Un Gavilán, así de sencillo



Desde la ventana de la cocina
observo un gavilán
Cualquiera dirá que se trata de una metáfora, pero
no es así
De verdad es un gavilán
de verdad
lo observo desde la ventana de mi casa
Es un gavilán, lo juro, y yo también
existo

……
He pensado mucho en él
A veces dura meses sin aparecer
Entonces lo extraño
Ha vuelto, y por estos días que escribo
ha durado una larga temporada justo en los árboles
que dan a la ventana de mi cocina
un fondo de bosque caribe, tropical, lacustre
el gavilán surca el cielo, de un árbol a otro lanza su estela
negra, su rasante vuelo por encima de los viandantes
y su graznido llena toda la mañana

…..
Historias se han tejido en torno al gavilán
Me temo que son falsas
No debe ser común a tan sólo diez minutos del estallido citadino
un gavilán revolotear en la floresta salvaje
diurna y taciturna
Hoy por ejemplo, lo vi prensar con una de sus patas 
algo que por la distancia no supe qué era
pero su pico lo desgarraba
Lo ví tragar y volver sobre su presa
picotear y engullir, alzar su cabeza y mirar a los lados
Con la paciencia del mundo detenido a sus pies

……
Creo que alguna vez tuvo una pareja
Blanca y marrón. Este que veo es negro
Todo negro.

……
Hago un esfuerzo para que no sea otro
sino este que veo
Así como es
Sé que es imposible
Pero su presencia
es como de otro mundo
Al verlo, dejo de ser
no obstante, todo
él y yo y estos edificios
sembrados en islas artificiales
desaparecerán
Y sólo el lago volverá una y otra vez en las olas
De una playa infinita, invisible


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