¿Por qué lanzarle un salvavidas al
dólar? Derroquemos a la quinta columna en el poder
Julio Escalona
05-05-18
La clave es que el Presidente Maduro gane las próximas elecciones y que
el pueblo, los movimientos sociales y todas las organizaciones populares,
tengan claras las demandas políticas que deben presentarle. No más agentes
imperiales en el seno del gobierno.
La victoria de cualquier otro candidato no garantiza que el gobierno de
Venezuela no se sume a la internacional fascista que se va conformando a través
del mundo. Este quizás sea el peligro más grande que esté acechando a la
humanidad.
Mientras fuimos vasallos cometimos muchos actos ignominiosos, ¿por qué
los vamos a reeditar cuando hemos ido avanzando en la lucha por consolidar la
independencia, la soberanía y la integración de nuestra región? En una
circunstancia como la actual, cuando los pueblos del mundo esperan mucho de
nosotros, muchos están sufriendo más. No nos podemos echar para atrás porque la
oligarquía interna, aliada con Trump, nos ha puesto a pasar hambre, nos ha
bloqueado las medicinas y realmente nos ha puesto a sufrir. No, hermanos, vamos
a luchar contra todo lo que represente el mal, el mal principal es la quinta
columna, que directa o indirectamente, representa al imperio.
El dólar se está cayendo, esa es la desesperación que tiene Trump en
nombre del poder mundial, esa cúpula militar financiera que oprime a todo el
planeta: a la humanidad y la naturaleza. El dólar es un papel que cada vez
tiene menos valor. Su valor real es la capacidad que le confiere a la política
exterior de EEUU, su poderoso complejo-militar-científico-financiero (del que
depende su economía, la vida misma de la élite racista que hoy manda en EEUU,
detrás de la cual sigue estando Kissinger y las grandes familias: Rothschild y
Rockefeller). Ese aparato le permite establecer un día que Jerusalén Oriental
es la capital de Israel, desafiando a las Naciones Unidas. Otro día, bombardear
Siria, inventando un uso de armas químicas que no existió por parte del gobierno
sirio. Otro, decir que permanecerá ocupando militarmente a Siria fragmentando
su territorio… ¿Hasta dónde, hasta cuándo?
Pero EEUU no tiene hoy el monopolio de la fuerza militar ni puede
oprimir impunemente a todos los pueblos. Estos cada vez más se unen y China y
Rusia, no han sido tan irresponsables como para caer en todas las provocaciones
de ese fascista que se llama Trump. Sin embargo, los pueblos y las potencias
mundiales, gracias precisamente a Trump, van formando un frente común y creo
que, como se dice en Venezuela, lo estamos esperando en la “bajaita” y va a
recibir muchas sorpresas que él no se imagina. Su arma es la caotización
planetaria y tratar de gobernar en medio del desorden mundial, con la
complicidad de los quintacolumnistas del mundo entero.
Las dos Coreas, por primera vez, están actuando sin seguir
necesariamente el libreto estadounidense y eso indica que otra realidad va
surgiendo en el mundo. Ello puede influir en Japón, que se sienta menos
amenazado y se incline a negociar sin tanta dependencia de EEUU y así, vamos a
ir viendo muchos cambios en el mundo que Trump no podrá detener. Antes de que
la humanidad caiga, el caerá primero.
El gobierno tiene serias deudas con
el pueblo. Debe pagarlas y yo creo que lo hará, pues confío en el presidente
Maduro
El problema es la quinta columna, que tiene más poder que el que nos
imaginamos y es a ella a la que hay que desenmascarar y derrocar. Hay que
asaltar ese cuartel general y eso es de la mayor urgencia.
En el pueblo se vienen acumulando diversas decepciones. Hay decepciones
por la corrupción, por la tolerancia del gobierno con los especuladores, por la
complicidad de los cuerpos de seguridad con los “bachaqueros”, complicidad que
viene de arriba y lo sabemos, por los problemas en los hospitales, en el
transporte público, en la seguridad pública, por dramas que vuelven a aparecer
en las calles, en el barrio, con niños y niñas… En fin, no voy a narrar lo que
sabemos, pero, ¿absteniéndonos o votando por los que proponen la dolarización
resolveremos algo? Todo será peor.
¿Por qué el gobierno tuvo que enfrentarse solo a Banesco? ¿Por qué no
hubo nunca ni siquiera un piquete frente a una oficina con pancartas exigiendo
a Banesco que entregue el efectivo, que no ponga a los adultos mayores a hacer
largas esperas para pagarles la pensión? Si, es verdad, el PSUV nunca las
convocó. Está muy ocupado con las elecciones sustituyendo los espacios
políticos donde se desenvuelve la lucha social, por espacios electorales donde
el conflicto entre las clases se disuelve sin resolverse y se convierte en
voceo de consignas, distribución de afiches (a lo mejor muy radicales), que no
superan la agitación, mientras Banesco continúa expropiando a la sociedad. El PSUV
está haciendo su trabajo, para lo que existe. ¿Por qué los movimientos sociales
no hacen el suyo y es muy probable que el PSUV o por lo menos la base popular los
respalde?
No es casual que el presidente Maduro constantemente esté pidiendo ayuda
al pueblo. De alguna manera, tiene manos atadas. El pueblo no puede estar en la
calle solo para marchar y asistir a mitines. Es algo muy importante. Pero hay
que encontrar, con la urgencia del caso, los caminos para que salga a enfrentar
la quintacolumna, No podemos permitir que nos derroten con una fuerza que se
mueve en nuestras filas.
Votar y luchar y un programa mínimo
Por primera vez la CRBV, la de 1999, la de Chávez, le dio poder al
pueblo, poder que los partidarios de la dolarización pretenden quitarle. Vamos
a votar y a luchar contra la oligarquía y contra la quintacolumna, ese enemigo
que se ha metido entre nosotros, que, como el camaleón, se viste de rojo,
rojito, incluso va a las marchas, pero sobre todo está en el gobierno y desde
ahí conspira contra el pueblo, trabaja activamente por el “bachaqueo”, alimenta
la corrupción y se enriquece al lado de los bancos y trabaja permanentemente
para desmoralizarnos, irritarnos, generar descontento…
Identifiquen, por ejemplo, a quienes son los responsables de los fracasos
en la agricultura, y verán que siguen enchufados por ahí, continuando el
sabotaje.
Vamos a unirnos y a lanzarnos a la lucha difundiendo la consigna: Votar
y luchar, para combatir permanente contra los corruptos, los traidores, los que
nos dan un abrazo de saludo, para clavarnos un puñal por la espalda, no
simplemente un puñal físico, que lo veríamos más claramente, sino el puñal de
la desesperanza, el desánimo, muy armado de “razones” (muchas ciertas, porque
claro que hay errores y graves, claro que hay ladrones, burócratas y muchos
tienen inmenso poder, más que cualquiera de nosotros, pero no más que el pueblo
si toma plena conciencia de lo que está ocurriendo). Ni siquiera son ídolos
para decir que tienen pies de barro, pero de que son de barro putrefacto lo
son. El poder espiritual lo tenemos nosotros. Los de a pie, los que andamos en
el metro, los que hacemos cola para conseguir unos cuantos alimentos y los
compartimos con todos los que podemos. No nos podemos dejar derrotar por esa
camarilla desalmada que cuando grita consignas, las envilece. A mí, por venir
diciendo estas palabras ya me dieron una paliza, luego me allanaron la casa y
lo que se llevaron, no hay poder que haya logrado, que me lo devuelvan. Lo más
valioso son borradores de libros que he estado escribiendo. Pero siempre he
contado con la protección de Dios y ese poder es más fuerte.
Hay que poner el poder del pueblo en la calle, en el barrio, en la
urbanización, en todas partes. Con un programa mínimo: 1) contra la
intervención imperial, la dolarización y la quinta columna cómplice; 2) juicio
y encarcelamiento de los corruptos; 3) contra los bachaqueros y sus cómplices;
4) contra los especuladores: multas, cierre de negocios y empresas; 5) por el
triunfo pleno e indiscutible de Maduro el 20 de mayo.
Estos cinco puntos y la consigna Votar y luchar, deben ser el centro de
nuestra lucha, que debe ser radicalizada a partir del 21 de mayo, para
respaldar las promesas que el presidente ha ido haciendo contra varios males y
se conviertan en decretos, resoluciones, sobre todo, hechos, no palabras.
Este proceso tiene un sólido respaldo constitucional, como
lo he explicado en diversos trabajos que he escrito y publicado. Aplicando el
Art. 70 Constitucional, debemos impulsar un movimiento de asambleas de
ciudadanas y ciudadanos cuyas conclusiones son vinculantes y dirigirnos a la
ANC, usando el Art. Constitucional 51, que establece el derecho de petición. Un
debate constructivo sobre estos temas, teniendo como denominador común, la participación
protagónica del pueblo, le dará un giro a la situación. No sólo se piden votos,
que es legítimo, sino que se plantean soluciones para resolver problemas que nos
afectan a todos. En conversaciones personales puedo ampliar todo esto.
El presidente Maduro está pidiendo ayuda, respaldo. Vamos a
dárselo sin límites, con la condición de que cumpla su palabra de meter en
cintura a los corruptos, de acabar con los bachaqueros, con las que trafican
con las medicinas y con los males del pueblo con la esperanza de derrocar al
gobierno. El 21 de mayo debemos ocupar la calle con este programa mínimo.
Ante los desafueros de Banesco, el gobierno le “perdonó” la
vida a Escotet, su dueño. Intervino el banco, pero no se lo quitó. La próxima
vez puede que no ocurra así. A lo mejor el pueblo va aprendiendo las lecciones
que los grandes empresarios le van dando y decida ocupar, sin duda
pacíficamente, oficinas, instalaciones comerciales e industriales y entonces
las cartas sobre la mesa puedan jugarse de otra manera.
Ni siquiera el FMI le da plena razón
a los dolarizadores
Voy a citar al FMI por cuanto las afirmaciones que él hace, sus
recomendaciones y conclusiones son, generalmente, la guía fundamental de los
políticos, economistas, politólogos, etc. que se ubican en lo que
convencionalmente se viene llamando la derecha, la centro derecha e incluso,
eso que se denomina la centro izquierda.
Tomaré como referencia un folleto publicado en la colección Temas
de Economía 24, denominado Ventajas e inconvenientes de la
plena dolarización, escrito por Amdrew Berg y Eduardo Borensztein,
publicado por el Fondo Monetario Internacional, Washington, diciembre 2000. Una
afirmación de punto de partida es la siguiente:
“El
atractivo principal de la plena dolarización es que elimina el riesgo de
devaluación fuerte o repentina del tipo de cambio del país. Esto puede llevar a
que el país pague una prima de riesgo menor en sus empréstitos internacionales.
Las economías dolarizadas quizá gocen de un nivel de confianza más elevado
entre los inversores internacionales, tasas de interés más bajas para el
crédito internacional, menores costos fiscales y niveles más elevados de
inversión y de crecimiento.”
Como puede observarse las ventajas que el FMI señala son ventajas
vinculadas a la integración y articulación de la economía nacional con la
economía mundial, dominada por la oligarquía financiera, es decir, por la
globalización neoliberal, por lo tanto, al atractivo que puede ofrecer a "los
inversores internacionales". La otra "ventaja" se
deriva de la pérdida de soberanía monetaria: "elimina el riesgo de
devaluación fuerte o repentina del tipo de cambio del país". Obviamente
quien puede devaluar, revaluar, estabilizar... es el gobierno de EEUU o los
movimientos especulativos que se realicen tanto en el mercado de EEUU y/o en el
mercado mundial ¡Tremenda ventaja!
"Ventaja" que se deriva, precisamente, de que no podemos
emitir dólares pues esta es una potestad de las autoridades monetarias de EEUU,
que lo hacen de acuerdo con sus políticas particulares y los objetivos de EEUU
como potencia mundial a los que por supuesto quedaríamos sometidos.
Una de
las conclusiones de los técnicos del FMI, cuya franqueza debemos agradecer, es
la siguiente:
“El país que dolarice su economía cederá toda posibilidad de tener una
política monetaria y cambiaria autónoma, comprendido el recurso al crédito del
banco central para facilitar liquidez al sistema bancario en situaciones de
dificultad.”
“La característica principal de
la dolarización es que es de tipo permanente, o casi.”
No es como cambiarse de ropa. Es una subordinación casi perpetua. Como
se dice, sin disparar un tiro, sin necesidad de "guarimbear", ganar
elecciones, etc. se estaría reduciendo a Venezuela a la situación de un país
recolonizado. Adiós a los procesos de integración continental pujando contra la
globalización neoliberal, a una moneda regional como el Sucre, al comercio
justo intercambiando con monedas nacionales prescindiendo del dólar, a los
sistemas de trueque, en fin, adiós a los principios de la Cooperación Sur-Sur y
en general, a la geopolítica de la liberación que desarrolló el Presidente
Chávez.
Finalmente, obsérvese, que, según los técnicos del FMI, “el atractivo
principal de la plena dolarización”, es ninguno de los que los dolarizadores
tratan de meternos en la cabeza.
La dolarización como continuación de
la guerra por otros medios. Vivimos un estado de guerra permanente
Sin entender y partir de lo anterior, se puede hacer cualquier
propuesta, que, incluso, puede coincidir con los intereses imperiales. Sobre
todo, si se cree que las políticas imperiales tienen buenas intenciones, que lo
malo son los métodos, las formas. Pero, en muchos casos, como el que nos ocupa,
las formas son el contenido.
Como sabemos todas estas medidas antinacionales se impulsan creando un
clima político y psicológico favorable que consiste en debilitar al extremo los
mecanismos y dinamismos de la conciencia nacional y crear la idea de que esa es
la salvación o por lo menos, el mal menor ante los desatinos económicos del
"chavismo". Una aureola científica y académica es importante, como
principio de autoridad para darle fortaleza al tema frente la población. Es una
especie de halo académico que puede ser utilizado como auxiliar de los centros
de poder imperial. No es ningún ataque a la academia ni a nadie en particular. Tengo
profundo respeto por la Academia y los conocimientos académicos.
En torno a temas vinculados con la economía, a veces pasa que desde la
academia no siempre se vea el conjunto de la situación, la diversidad de
problemas que la conforman. Se vean los aspectos económicos sin ponderar los
temas geopolíticos y las relaciones de poder.
Se llega a sostener que son un contexto, sin comprender que la economía
forma con ellos un todo articulado, sin penetrar en ese vasto y rico mundo de
la totalidad y la complejidad, de la que fue un maestro Marx y también en
tiempos contemporáneos, Edgar Morin. No pretendo darle lecciones a nadie, que a
veces es una manía de los académicos. Sólo estoy comentando mi experiencia.
Pero les diré, que sobre este tema de la dolarización, no estamos hablando de
un contexto, estamos hablando de un proceso, de una totalidad compleja y no de
la tendencia gringa a la simplificación de la complejidad, para facilitar el
cometimiento de crímenes. Lo demás, son daños colaterales.
Comento lo anterior, porque algunos académicos al hablarnos de
dolarización, se colocan por debajo del nivel de análisis que hace el Comando
Sur, quien, en lo concreto, dirige la agresión contra Venezuela y esto tomando
en cuenta una multiplicidad de aspectos.
Esta es la situación: vivimos un estado de guerra permanente que reúne
aspectos militares, económicos, políticos, psicológicos y mediáticos, entre
otros. Hay gente en Venezuela que se niega a aceptar que estamos en guerra.
Bueno, no lo digo yo, quien se interese puede ver el documento del Comando Sur
del ejército de EEUU, que se denomina “Operación Venezuela Freedon 2”, que
plantea, que con el apoyo de la MUD (lo dice el documento), pero bajo la
dirección del Comando Sur (también lo dice el documento), se desenvuelve una
guerra no convencional con la finalidad de derrocar al presidente Maduro. Es
decir, la MUD se ha sometido, diligentemente, al mando del Comando Sur del
Ejército de EEUU (eso antes de salir al extranjero y quedar absolutamente
subordinados y mantenidos).
Voy a realizar una larga cita del documento del Comando Sur (no son
usuales citas tan largas, pero hay muchos incrédulos que creen que no estamos
en guerra), publicado por la Misión Verdad:
Considerando los diversos aspectos reseñados en
el resumen anterior, esta Junta Evaluativa y nuestro componente de operaciones
especiales común (Componentes Operacionales del U.S. Southern Command: Comando
de Operaciones Especiales Sur, Joint Task Force-Bravo, Fuerza de Tarea Conjunta
Interagencial Sur – Jiatfs) involucrados en esta operación, debe elevar un
conjunto de recomendaciones que permita una planeación efectiva de nuestra intervención (subrayado mío) en
Venezuela, concebida como una operación de amplio espectro, conjunta y
combinada dentro del área de responsabilidad, priorizando los conceptos
estratégicos: fuerza
decisiva, proyección de poder, presencia en ultramar y agilidad estratégica
(Joint Vision 2020, como un proceso de actualización permanente de la doctrina
militar) (que) continuarán rigiendo nuestros esfuerzos
donde se incorpore todos los instrumentos de autoridad nacional, entre ellos,
recursos diplomáticos, de información, militares, económicos, financieros, de
inteligencia y jurídicos. Con esa dirección estratégica, los aspectos que
debemos evaluar a partir de los soportes informativos previos y sus
proyecciones, son el resultado de la labor conjunta entre la Agencia de
Inteligencia para la Defensa (DIA, que es nuestro organismo de adscripción) en
estrecha colaboración con otros entes de la Comunidad de Inteligencia (IC, por
sus siglas en inglés). Con estos fundamentos, traigo una agenda resumida (anexo
tienen ustedes los soportes documentales) para el análisis de una serie de
políticas que nos permitan abordar los diversos ámbitos (político y militar)
siendo necesario su desagregación en acciones específicas:
a. Con los factores
políticos de la MUD hemos venido acordando una agenda común, que incluye un
escenario abrupto que puede combinar acciones callejeras y el empleo dosificado
de la violencia armada. Por supuesto, hay que seguir impulsando como cobertura
el referéndum o la enmienda que se apoya en el texto constitucional y que sirve
para censar, movilizar y organizar una masa crítica para la confrontación (subrayado mío). Por eso, también hay que
enarbolar los artículos 333 y al 350 que legitiman la rebelión. Es indispensable destacar que la
responsabilidad en la elaboración, planeación y ejecución parcial (sobre todo
en esta fase-2) de la Operación Venezuela Freedom-2 en los actuales momentos
descansa en nuestro comando, pero el impulso de los conflictos y la generación
de los diferentes escenarios es tarea de las fuerzas aliadas de la MUD
involucradas en el Plan, por eso nosotros no asumiremos el costo de una
intervención armada en Venezuela, sino que emplearemos los diversos recursos y
medios para que la oposición pueda llevar adelante las políticas para salir de
Maduro. (Subrayado, mío).
b.
Bajo
un enfoque de "cerco y asfixia", también hemos acordado con los
socios más cercanos de la MUD, utilizar la Asamblea Nacional como tenaza para
obstruir la gobernanza: convocar eventos y movilizaciones, interpelar a los
gobernantes, negar créditos, derogar leyes.
Por ahora,
digo yo, la primera puesta en marcha de este plan fracasó y la MUD está
fragmentada ¿El Comando Sur radicalizará la intervención directa con la
presencia de paramilitares, entrada de fuerzas especiales colombianas (con
uniforme o sin uniforme), con mayor protagonismo del narcotráfico?...
Lo cierto
es que el bloqueo se va a agudizar, las sanciones y la intervención con sus
formas abiertas y encubiertas, también.
La dolarización liquida nuestra
soberanía monetaria
Es más, los dolarizadores ni siquiera dejan claro si lo considera parte
de la soberanía de nuestra patria. Ni siquiera lo toman en cuenta, pues saben
que la dolarización es una clara subordinación a la dominación de EEUU.
Para mí, un aspecto esencial. El tema de la soberanía, que lo he tratado
a través de casi todo lo que he escrito en los últimos tiempos, tiene profundas
implicaciones geopolíticas, estratégicas, militares, diplomáticas… Por ahora sólo
diré que la soberanía monetaria constituye un todo articulado con la soberanía
fiscal y la soberanía financiera.
En consecuencia, las soluciones deben trabajar simultáneamente todos los
aspectos. Esto no es extraño, pues ello implica una profunda revolución no sólo
en la economía sino también en las relaciones de poder, en la cultura, los
patrones de consumo y producción, entre otros aspectos.
Uno de los problemas de las revoluciones es que siempre ha sido y es más
fácil, dejarse llevar por el camino de la tradición y la costumbre, uno de los
núcleos duros de la dominación. La restauración del capitalismo en la
Unión Soviética y en otros países, ha tenido en el triunfo de la tradición y la
costumbre una fuerza contrarrevolucionaria decisiva. Hay tradiciones y
costumbres que es conveniente conservar, como las tradiciones solidarias y de
trabajo colectivo. Otras como las fundadas en el individualismo, deben ser
revolucionadas.
El peso de las tradiciones y costumbres reaccionarias tiene que ver
particularmente con el hecho de que no se mueven sólo desde nuestras prácticas
y reflexiones conscientes, sino fundamentalmente desde el inconsciente. Hace ya un
buen tiempo sostuve, precisamente, que eso que se llama la formación de cuadros
y militantes, no tiene que ver sólo con el desarrollo de la conciencia
revolucionara sino de manera vital, con la revolución del inconsciente.
El factor decisivo, a mi entender, ha sido la sobrevivencia de un modelo
petrolero que durante la Cuarta República condujo a debilitar (incluso a
destruir) la producción no petrolera, al endeudamiento, al déficit fiscal, a
problemas en la balanza de pagos, a la corrupción y a la depreciación y
devaluación de nuestra moneda (ver mi trabajo sobre La Petrolia del Táchira y
el Modelo Petrolero Impuesto por el Capital cuando Juan Vicente Gómez derrocó a
Cipriano Castro, publicado por Aporrea y la página de la Red PatriaUrgente).
En otros trabajos he hablado de la importancia que tuvo en la década de
los años 30, el debate que hubo entre Alberto Adriani, doctor en economía y
también productor agrícola y Vicente Lecuna, banquero e historiador, quien
hablaba en nombre de los banqueros y el comercio importador, las clases
sociales, que todavía hoy, dominan a la sociedad venezolana. Alberto Adriani,
con razón, hablaba sobre la devaluación del bolívar, de cómo eso favorecía las
importaciones, destruía la agricultura e impedía el desarrollo industrial, Por
supuesto, para los banqueros e importadores, eso estaba bien. Bajo el gobierno
de Juan Vicente Gómez, obviamente, ese debate lo ganó Vicente Lecuna y lo
perdieron los agricultores y la naciente industria. (Ver mi trabajo “Siembra
petrolera y hegemonía política y cultural”, publicado, entre otras páginas, en
Aporrea).
En la actualidad los problemas de
nuestra política petrolera son más complejos, que cuando el sabotaje y paro
petrolero. El problema es que el sabotaje ha venido y viene desde dentro, desde
la propia directiva de PDVSA, pero este tema no lo abordaré ahora.
La dolarización es inconstitucional y
es parte del proceso de recolonización del continente
Como lo saben bien los que proponen la dolarización de la economía
venezolana, un aspecto medular del Art. 318 constitucional es: "La
unidad monetaria de la República Bolivariana de Venezuela es el Bolívar. En
caso de que se instituya una moneda común en el marco de la integración
latinoamericana y caribeña, podrá adoptarse la moneda que sea objeto de un
tratado que suscriba la República." Es decir, un tratado que
deberá ser discutido y aprobado por la Asamblea Nacional de la República Bolivariana
de Venezuela como resultado de una moneda común que surja en el marco de la
integración latinocaribeña. Hoy debería ser aprobado por la Asamblea Nacional
Constituyente, pues la Asamblea Nacional se ha colocado al margen de la ley y
es un centro de conspiración financiado por EEUU.
Parece, que, para llegar a la propuesta de la dolarización, primero hay
que modificar la relación de fuerzas existente en nuestro continente, tal como
lo han venido haciendo y por supuesto, modificar la que existe en la sociedad
venezolana. Aun cuando el imperio está trabajando muy activamente por lograr
estos objetivos, el camino, como lo demostró la reciente Cumbre de las Américas
en Lima, no es fácil.
Necesitaban conquistar la mayoría calificada de las 2/3 partes de los
miembros de la Asamblea Nacional de nuestra patria y lo lograron en diciembre
de 2015. Pero, como ya ha sido probado, no supieron que hacer con ese
resultado. Pensaron que el camino era fácil, pero de aventura en aventura, se
desacreditaron, siempre creyendo que el poder imperial les regalaría el cargo
de presidente de la República Bolivariana de Venezuela a algunos de sus
dirigentes. Pero ser presidente de una nación con ese nombre y con un pueblo
que se ha tomado el bolivarianismo en serio y que el Presidente Chávez en más
de un acto público, diversas conferencias, en Aló Presidente, le explicó el
conflicto entre Bolivarianismo y Monroísmo, no es tan sencillo ni es un premio
que se gana en un juego de cartas marcadas.
Lamentablemente para ellos, han huido al extranjero sin que nadie los
este persiguiendo, pero saben que han cometido graves delitos que van más allá de
diferencias radicales de opinión, las cuales como ocurrió en 2014, las han
podido expresar de viva voz, hasta en el palacio de gobierno, Miraflores,
invitados personalmente por el propio presidente de la República, compañero
Nicolás Maduro, cuando ese año, tuvieron a su disposición, todo el sistema de radio y televisión del país
para decir lo que quisieran decir. A pesar de ese gesto del presidente Maduro
para facilitar una negociación, al poco tiempo le estaban dando una patada a la
mesa de diálogo y profundizando la conspiración.
Ahora sí, definitivamente es claro y evidente, sólo para los que no
quieran ver, que ellos han quedado dependiendo, de “papá” Trump y por eso se
fueron hasta Lima, con motivo de una
cumbre de las Américas, que no fue tal, pues también fue un fracaso
(entre otras cosas, con el presidente de Perú destituido y preso por corrupto),
a implorarle al vicepresidente de EEUU, para que radicalice las sanciones
contra el pueblo venezolano (que es el que definitivamente las padece) y
acelere la intervención. ¡Qué vergüenza!
Proponer la dolarización de la economía venezolana implica reformar la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, lo que obviamente
requiere un proceso más o menos prolongado. Por lo tanto, dada la urgencia con
la que lo están planteando, ello debe implicar un proceso extraconstitucional.
Obviamente la dolarización forma parte del programa de los desestabilizadores y
clarifica más su fuerte alineamiento con la política imperial y en particular
con el gobierno de EEUU.
Un primer objetivo es continuar minando y profundizar la desconfianza en
el bolívar y, por tanto, favorecer la dolarización, de hecho, de la economía
venezolana. A los especuladores, les conviene debilitar al bolívar e
incrementar la fuga de divisas y la fuga de capitales. En lo inmediato, forma
parte del proceso de desestabilización.
Esa dolarización es contraria al desarrollo "desde dentro"
como lo propuso el Presidente Chávez
Ahora, si el país se plantea un modelo de desarrollo "desde
dentro", fundado en la soberanía y la independencia, entonces debemos
decir que la dolarización y en general, cualquier propuesta o circunstancia en
la que perdamos la soberanía monetaria y/o nos obligue a contratar créditos con
la banca internacional, lo que generalmente requiere el aval del FMI y la
aceptación de las condicionalidades que este organismo suele colocar, nos pone
en el camino del desarrollo "desde fuera", es decir, un desarrollo
condicionado por el capital internacional. El camino de Grecia.
Como ya señalé, la dolarización no es como cambiarse de ropa. Es una
subordinación casi perpetua. Como se dice, sin disparar un tiro, sin necesidad
de "guarimbear", ganar elecciones, etc. estaría reduciendo a
Venezuela a la situación de un país recolonizado. Adiós a los procesos de
integración continental pujando contra la globalización neoliberal, a una
moneda regional como el Sucre, al comercio justo intercambiando con monedas
nacionales prescindiendo del dólar, a los sistemas de trueque, en fin, adiós a
los principios de la Cooperación Sur-Sur y en general, a la geopolítica de la
liberación que desarrolló el Presidente Chávez.
A esto puede conducirnos no sólo la dolarización, sino también la
existencia de vulnerabilidades tales como problemas con las reservas
internacionales, déficit fiscal, fuga de capitales, alta inflación, devaluación
constante del bolívar, escasez de productos básicos, propios del modelo de
desarrollo basado en el capital bancario y comercial, que se enriquece con las
importaciones, las devaluaciones, la fuga de capitales y es contrario al
desarrollo de una economía productiva.
En Venezuela esta ha sido la consecuencia inevitable del Modelo
Petrolero Transnacional, que se impone entre nosotros desde el momento en que
Juan Vicente Gómez derrocó a Cipriano Castro (ver mi trabajo La Petrolia del
Táchira y el Modelo Petrolero impuesto por el Capital cuando Juan Vicente Gómez
derrocó a Cipriano Castro, publicado tanto por Aporrea como por la página de la
Red PatriaUrgente). Generalmente el resultado inevitable ha sido el
endeudamiento y por esa vía, entre otras, la pérdida de soberanía.
Si ante los problemas económicos actuales tomamos el camino del
endeudamiento con la banca internacional, a lo mejor tendríamos que decir,
recordando un refrán de los marinos venezolanos: "tanto nadar para morir
en la orilla". Significaría que el modelo petrolero que heredamos de Juan
Vicente Gómez, sigue "vivito y coleando". Estoy seguro de que ese no
es el camino por el que va a optar el presidente Maduro, pero es el que no se
ha terminado de romper.
Venezuela tiene otras opciones. Como ya dije, tengo la convicción de que
el presidente Maduro sabrá tomar los caminos que preserven nuestra soberanía.
Un fundamento de esos caminos es no permitir que el capital gane en la mesa de
negociaciones, lo que el pueblo venezolano ha derrotado en más de 20
elecciones, cuando el golpe de estado de abril de 2002, el paro petrolero de
diciembre 2002 y enero 2003 y diversos combates defendiendo la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela y el derecho a realizar cambios profundos
de la sociedad venezolana, transitando por la senda de la paz y la no
violencia.
La corrupción como un aspecto clave
de la dominación imperial.
La corrupción como lo he señalado reiteradamente no sólo es un problema
ético. Es uno de los componentes estructurales y sistémicos no sólo de la
economía sino de la sociedad venezolana. Un proceso que se ha incorporado a la
cultura y base de los "modos de vida imperiales". El control de
cambios fue una necesidad impuesta por el paro petrolero de diciembre de 2002 y
enero de 2003. Sin embargo, se ha convertido en un problema en la medida en que
no ha cumplido con el objetivo de frenar la fuga de capitales. Por el
contrario, la transferencia al extranjero de $ 60.000 millones, denunciada por
el presidente, no es ajena a los procesos fraudulentos que se desarrollaron a
través de Cadivi, lo que el presidente Maduro llamó "cadivismo".
En la medida en que la trasferencia de renta petrolera hacia el capital
privado de hecho, se ha convertido en un deber del Estado, se ha ido montando
la olla de la corrupción. Esta olla se legitimó y perpetuó con la Corporación
Venezolana de Fomento (CVF), que se convirtió en una fuente de corrupción,
despilfarro de la renta petrolera y la fuente fundamental de los capitales
acumulados por los grupos económicos de Venezuela. Carlos Andrés Pérez remató
esa obra cuando lanzó el plan de la "Gran Venezuela" fundado en el
masivo endeudamiento y la transferencia de renta petrolera a la burguesía y
luego Caldera cuando enfrentó la crisis bancaria de los años 90, haciendo
masivas transferencias de renta petrolera a los banqueros que habían estafado
al país. En general, los recursos entregados a la CVF, luego por Carlos Andrés Pérez,
después por Caldera y en general por todos los presidentes de la Cuarta
República, no fueron para construir una economía productiva sino para alimentar
a la burguesía comercial y financiera que han hecho negocios en los mercados
internacionales y marginalmente han invertido en el país.
El incremento del precio de la
gasolina, es necesario, pero si no vamos revolucionando el modelo petrolero, no
nos librará de los males actuales
Soy partidario del incremento del precio de la gasolina y ratifico que
es parte de una política para ganar las elecciones. El incremento al precio de
la gasolina es parte de una política para derrotar a las casas de cambio de la
frontera con Colombia, al llamado Dólar Today, uno de los aspectos más graves
de la guerra económica que se libra desde la frontera. Por supuesto, esa no
puede ser una medida aislada. Mientras la corrupción esté vivita y coleando, la
guerra económica y la guerra en general, difícilmente pueden ser derrotadas.
Se ha dicho que no es conveniente subir precios ahora. Por cuanto
vivimos un momento de alza generalizada de precio. No, el Estado lo que debe
detener es derrotar la especulación e incrementar los precios que resulte
necesario subir.
La corrupción pues ha sido un mecanismo de trasferencia de capital
público al capital privado. Lamentablemente, pese a los esfuerzos realizados,
la Quina Republica no ha logrado transformar esta relación, pues ella requiere
una profunda revolución no sólo en las relaciones económicas sino
fundamentalmente en nuestra cultura transformando los "modos de vida
imperiales" y las relaciones entre el Estado y la burguesía transnacional,
que no podemos calificar de venezolana.
Muchos de los fracasos de las políticas económicas emprendidas tienen
que ver con la naturaleza de la relación entre el Estado y la burguesía
transnacional y con el papel que la corrupción como mecanismo de transferencia
de capital público al capital privado. Mientras no se toquen estos problemas de
fondo, otros temas como el precio de la gasolina y la discusión sobre la unificación
del tipo de cambio, pese a la relevancia que tienen y las medidas que deban
tomarse, no nos librarán por sí solos de los males que estamos viviendo.
Probablemente estos se reproducirían.
No es deber del Estado transferir
renta petrolera a la burguesía transnacional. Esa es una de las trampas que nos
puede conducir a la dolarización. La rebatiña de dólares debe terminarse
Este mito tiene que ser destruido. Que la burguesía invierta. El capital
internacional está invirtiendo en Cuba y no existe en este país hermano un
mecanismo similar a la renta petrolera como un regalo que se les esté dando
como incentivo para la inversión. Hay una negociación entre iguales, entre el
capital y un Estado soberano.
Esa es la relación que hay que establecer en Venezuela. Nada de créditos
preferenciales, nada de dólares preferenciales, no, que corran los riesgos que
tengan que correr como cualquier empresario capitalista y el Estado establecerá
reglas de juego claras y transparentes de obligatorio cumplimiento para todas
las partes.
Mientras se avanza hacia otro tipo de relación y sobre la base de reglas
de juego claras y transparentes, propongo las siguientes normas para negociar
con el capital privado:
1) Ni un dólar más para la burguesía que no esté claramente establecido
bajo compromiso de fiel cumplimiento sobre: garantías sólidas de que va a ser
gastado con fines productivos y nunca para fines especulativos; demostración de
por qué necesita dólares del Estado y por qué no los cubre con sus propios
dólares; por qué y para qué los solicita, en qué los va a gastar y cómo; una
clara programación de la inversión productiva que va a realizar; una estimación
del volumen de producción que va a generar y en cuanto tiempo y en qué cantidad
y calidad esa producción entrará al mercado nacional o para las exportaciones
que se hayan programado.
Es decir, el Estado debe aplicar las mismas reglas, incluso, más
extremas que las que aplican los bancos privados para otorgar un crédito, pues
no es deber del Estado conceder transferencias de renta petrolera al capital
privado. Es más, mi opinión sincera es que esa transferencia debe liquidarse y
que es un grave error, que se siga transfiriendo dólares al gran capital
transnacional, lo que incluye a Lorenzo Mendoza y al Sr. Escotet, quien debe
estar muy agradecido de que el gobierno no lo haya colocado tras las rejas,
cuando el Banco, del cual él es dueño, es el principal involucrado con los
delitos cometidos en la frontera con Colombia, recientemente denunciados por el
Fiscal General de la República.
Luego, según la revista Forbes, ellos tienen milmillonarias cuentas en
dólares colocadas en la banca internacional, donde ellos han “sembrado” el
petróleo.
2) Los dólares que se entreguen tendrán el carácter de crédito con las
necesarias garantías de que serán devueltos al Estado bajo cualquier
circunstancia.
3) La ANC deberá aprobar una ley especial para penalizar las violaciones
de esos compromisos con obligación de la devolución al Estado de los dólares
entregados con los intereses correspondientes.
4) Establecer como condición la necesidad de un estudio previo que
demuestre la necesidad de que el préstamo deba ser entregado en dólares y no
como una contrapartida en bolívares en relación a los dólares que el empresario
esté solicitando para utilizarlos en una determinada transacción. Es decir, el
Estado no está obligado a entregar dólares, sino una equivalente contrapartida
en bolívares. Como generalmente estas son peticiones para importar determinados
bienes, el Estado tiene que decidir si importa estos bienes y luego el
empresario respectivo los cancela en bolívares o qué tipo de transacción puede
generarse. Sobre todo, porque ahora existe el Petro y son otras las
perspectivas que se abren.
5) Más que entrega de dólares a las que el Estado no está obligado, la
negociación debe estar centrada en el establecimiento de las reglas de juego.
La rebatiña de dólares debe terminarse.
Ya los empresarios han acumulado suficiente capital apropiándose de la
renta petrolera. Ahora que arriesguen su capital. Con seguridad habrá y hay empresarios
interesados en invertir en Venezuela.
6) Finalmente, el poder obrero debe
ser parte de la supervisión de las acciones del gran capital, como guardián de
los intereses de la patria.
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