Subir la colina con la urna blanca de la bella señora.


Subir la colina con la urna blanca de la bella señora./ El alma y los pies tropiezan con piedras, resbalan/ con cenizas, se hieren con espinos./ En la cumbre dejamos que la urna descienda hasta/ la puerta de la iglesia./ Una de las hijas quiere ser el cadáver./ Los parientes dejaron de llorar cuando el niño/ comenzó a tocar el órgano./Ha regresado el señor que abre la puerta de las urnas./ "Vuestro cadáver se ha disminuido -nos dice-/ Ya no tiene corazón, ni matriz./ Su vientre se alimenta de pelos de cabra./ Ella me acompaña, yo la quiero mucho.-/ Antes de irnos la hija cubre la urna blanca/ de la bella señora con las mantas de mi lecho.
 

Ernesto Zalez. Poemas. 1998

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