Declaración de la Red Patria Urgente


LA ÉTICA DE LA RESPONSABILIDAD POLÍTICA Y LA PAZ DE LA PATRIA.
EL PUEBLO DESEA LA PAZ, EL ANTIPUEBLO, EL 1%, QUIERE IMPONER LA VIOLENCIA

           La paz del pueblo venezolano, de la patria exige de una ética de la responsabilidad política, de una política de la responsabilidad: los partidos políticos, las organizaciones de base del poder popular y los voceros del mundo cultural, artístico, deportivo, científico y del movimiento popular estamos forzados a responder por nuestras acciones e intervenciones  políticas.
            Ética de la responsabilidad urgente e insoslayable,  ante el escenario de una guerra civil, de alta conflictividad y extrema violencia. Es la hora de asumir el compromiso del pueblo con la paz, con su posición política de rechazar la militarización de la política y de rechazar, rotundamente,  la interpelación violenta de su soberanía, de su derecho a vivir en paz y en correspondencia con los principios de la Constitución Bolivariana.
           La violencia, el escenario de la guerra civil, el odio, el chantaje del miedo al miedo: conducen a un futuro incierto, a la imposición de un orden social caótico,  a causa de acciones violentas que enfáticamente rechazamos y condenamos: el peligroso clima de inestabilidad política y desequilibrio social que genera la actual escalada fascista, es el resultado, inevitable, de la visión de la política fundamentada en la execrable idea de que todos los medios son permisibles, en la creencia ya fracasada, una y otra vez,  de la militarización de la política: nos toca, como pueblo, desarticular la idea de la política que avala la utilización de métodos y medios, así sean “espantosos” como la cuerda de alambre que degolló, en Mérida,  a un joven venezolano.
          El pueblo venezolano se ha decantado por la vida de la paz,  el pueblo chavista ha enfatizado la naturaleza pacífica de la Revolución Bolivariana, y en nuestra constitución existen los dispositivos y procedimientos jurídicos que aseguran alternativas democráticas a los desacuerdos y antagonismos políticos: entonces nada ni nadie puede torcer esa  política de afirmar democráticamente la puesta en común de la vida de la patria.
           La paz es el discurso mayoritario del pueblo venezolano,  los acuerdos democráticos la alternativa para construir nuestros lazos sociales y políticos, y la normativa de resolución –no de eliminación- de nuestros conflictos y desacuerdos.
           El Presidente Maduro,  con voluntad democrática y constitucional   convocó y continua convocando a las y los gobernadores y alcaldes, parlamentarios y parlamentarias  incluidos las y los de la oposición, para dialogar en función de buscar soluciones a los grandes problemas del país, para diseñar un Plan Nacional de Pacificación y establecer los acuerdos políticos que aseguren la paz de la patria.
           Pero una minoría recalcitrante, el 1% que monopoliza las riquezas y que antes llegó a monopolizar la renta petrolera,  comenzo a calcular ¿Quién asegura que lo derrotaremos en las elecciones parlamentarias de 2015? ¿Quién garantiza que podremos convocar un referendo revocatorio en 2016 y ganarlo? ¿Entonces, tendremos que esperar hasta el 2019? Y ante la posibilidad real de ser derrotada política y electoralmente: decidió por el atajo de la violencia y el escenario de la guerra civil.
         De nuevo como en 2002, el problema es la renta petrolera: su control y administración, siguen siendo asuntos fundamentales para la geopolítica de la liberación enfrentada a la geopolítica de la dominación.
           Estamos ante una posición de clase, ante el odio de clase. Eso los hace sumamente peligrosos: no se trata simplemente de una diferencia política, sino  de una venganza clasista. Hay que detener su saña criminal porque puede ser devastadora. Además, a los dueños del capital, los animan, incluso para hacer más cruel la devastación, intereses materiales
           Si se impone la violencia y la guerra civil, en tanto, las instancias que deciden nuestras esperanzas, horizontes políticos  e ilusiones, la patria deviene devorada por el guerrerismo y el poder de los amos de la economía capitalista global y de la plataforma tecnológica-militar, que vanamente intenta reconfigurar un orden mundial por la vía de las intervenciones de los ejércitos imperiales. Y esa, ciertamente,  no será la hora aciaga de la tierra de Bolívar y Chávez.
         Sólo a los grupos oligárquicos  le interesa la violencia y prácticas fascistas que impulsa y dinamiza la extrema derecha, en tanto,   expresión de los intereses de la dominación transnacional, del crecimiento de la pobreza y el hambre de la gente en el mundo, y de la destrucción de los ecosistemas  del cambio climático, la pérdida de diversidad biológica y los procesos de desertificación que amenazan con destruir a la humanidad y al planeta.
          La cuestión, tal  como afirma el padre Miguel d’ Escoto, no es que la paz se decide  “entre luchar y no luchar”. La pasividad política ante la escalada  fascista e imperialista es una política resignada que asume  por adelantado la claudicación ante el desafío de los nuevos fascismos, ante la naturaleza criminal de las elites económicas y militares que destruyen pueblos, ciudades, naciones y la naturaleza.
          Para el Colectivo Popular Red Patria Urgente, contra toda resignación e inmovilización política,  se trata de la lucha política que tiene por finalidad:
1.- La defensa de la legitimidad democrática de las decisiones políticas del pueblo venezolano y de la presidencia de Nicolás maduro.
2.- Desactivar el fascismo y la política de los grupos oligárquicos, orientada a establecer el escenario de la guerra civil y la intervención militar de los EEUU y sus gobiernos aliados.
3.- Movilizarnos políticamente, conjuntamente con el pueblo, para asegurar la activación y participación en dos iniciativas políticas que avanza el gobierno nacional: los “Comandos Anti-golpe” y la “Conferencia Nacional por la Paz.
4.- La defensa y protección de los bienes del pueblo y del Estado.
5.- La solidaridad activa con las Organizaciones de Base del Poder Popular que están siendo asediadas y atacadas por las bandas fascistas.
6.- La defensa de los lugares de encuentro del pueblo y de nuestro colectivos que han sido objeto de ataque por los “guarimberos”: como es el caso de la “Casa Cultural del Barrio la Luz” (Valencia, estado Carabobo)  y del local de Red Patria Urgente en Caracas.
7.- Apoyo irrestricto al gobierno de nuestro hermano Nicolás Maduro.
¡El Socialismo es Poder del Pueblo!
¡Soló el Pueblo salva al Pueblo!
¡Chávez  Vive. La lucha sigue!
Julio Escalona, David Nieves, Juan Medina Figueredo Ricaurte Leonett, Dafnis Domínguez, Oswaldo Tineo, Esther Macías Añez, José Ángel Marcano, José “Cheo” Parra, Sabino Linares, Enrique Barrera, Eleazar Carrión, Antonio Guzmán, Castor Díaz, Rene Baralt, Emerio Matos, Wilfredo López, Hugo Moyer, Lusbi Portillo, Rafael Millán, Alexis Romero Salazar y Francisco Cedeño Lugo.

Publicar un comentario

0 Comentarios