No hay producción popular si no hay escuelas populares



 
Intervención en la
Primera Jornada de Formación y Certificación
de los Brigadistas de la Gran Misión Abastecimiento Soberano
IZEPES

27 de septiembre de 2016



Me parece estratégica esta actividad que ustedes han sostenido porque comparto al igual que ustedes que estamos frente a una guerra. El escenario más terrible que el imperialismo ha soñado lo soñó para Venezuela, desde hace más de una década viene ensayando diversas maneras de conducirnos como pueblo al enfrentamiento entre hermanos, lo que algunos llaman la “pelea de perros”. Lo han intentado, pero  el pueblo venezolano ha resistido, a veces de manera consciente, a veces intuitivamente, apelando a esa sabiduría que cantaba Alí, “el pueblo es sabio y paciente”. Lo hemos demostrado, hemos sido sabios y pacientes

Con la desaparición física del Comandante Chávez, a todas luces asesinado, como lo han sido los líderes de sus pueblos a cada momento, víctimas del Imperialismo; como le sucedió a Gadafi, linchado por una turba de mercenarios, luego de buscar por décadas la consolidación de la unión africana y una serie de proyectos que se parecían mucho a los suramericanos del Comandante Chávez; un ejemplo cercano en el tiempo y muy similar. Hoy Libia, seguro ya lo comentaron en anteriores intervenciones, está convertida en un pantano, cedido a terroristas que campean en ese territorio que, en tiempo del Coronel Gadafi estaba en camino de convertirse en un jardín por el descubrimiento de un mar interior de agua dulce que iba a ser conducido a través de modernísimos canales y acueductos a la superficie para reverdecer el desierto. Ese proyecto y todos los que conducían a la Unión Africana fueron bombardeados y Gadafi pues, asesinado; lo mismo, les decía, que sucedió con Chávez. De modo que la “causa sobrevenida” sobre el cuerpo del Comandante, ese cáncer feroz que lo atacó estaba dirigido a destruir la unión suramericana. Y como dijo hace poco el General Pérez Arcay: sólo si mataban a Chávez podía suceder lo que está pasando[1]

En efecto, luego de la muerte de Chávez sucede la derrota electoral en Argentina lo que hace que hayan sido tan sólo una suerte de paréntesis los gobiernos populares de los Kirchner, de modo que cerrado el paréntesis vuelve por sus fueros el proyecto neoliberal. Lo mismo en Brasil. La destrucción de los gobiernos progresistas sigue avanzando al ritmo del neoliberalismo. Y con la muerte de Chávez abrieron las compuertas a esa avanzada. 

Con respecto al presidente Maduro, comparto el análisis de que sin duda alguna el ataque a su gobierno ha sido feroz, han ensayado todos los manuales, todas las recetas, nos han metido una suerte de electroshock terrorista. Creo que lo más grave que hemos detenido (en muchos casos a tiempo) es la incursión mercenaria. Porque los medios de comunicación han revestido a los líderes de las bandas (compuesta de mercenarios y delincuentes locales) de hampa común, pero las características de sus crímenes dan cuenta de un entrenamiento paramilitar que nosotros conocemos si leemos la  historia reciente de Colombia. Pero que no es sólo de Colombia, sino la formación típica paramilitar-terrorista norteamericana con cierta marca sionista que no podemos perder de vista.


Porque el plan imperial tiene al menos dos soportes: Israel (que nada tiene que ver con el Israel de la Biblia), un proyecto geopolítico insertado en Oriente para penetrar las economías, las culturas, las sociedades del Asia y Oriente Medio que hoy son un poder económico emergente. Rusia, China, India, entre otros, en efecto, han conformado por citar un ejemplo renombrado, esa fórmula que son los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica), por cierto, con la caída de Dilma la B comienza a tambalearse. Hablo de un movimiento geopolítico alternativo que tiene un importante enemigo representado en esa suerte de cuña entre occidente y oriente que es el Israel sionista, que opera como ustedes saben revestido de una serie de mitos histórico-religiosos que han confundido a muchos.

Una cuña por cierto, que en Colombia[2] ha tenido acción, porque el Mossad que es el aparato de inteligencia sionista entrena paramilitares en Colombia y Centroamérica, de modo que el Imperialismo cuenta con dos soportes: Israel y EEUU. La candidata Hillary lo ha dicho claramente, EEUU necesita una alianza fuerte con Israel[3].

Por eso Venezuela ha estado en la mira de la incursión mercenaria disfrazada de hampa, de delincuencia y también de paramilitarismo abierto como las células que fueron sembradas y por suerte desarticuladas antes de que iniciaran operaciones de alta envergadura. Elementos: prendas militares venezolanas para sembrar confusión, hacer ataques magnificados por los medios, operar aviones de fuerzas extranjeras con bandera venezolana (como por cierto, fue desarticulado ese plan creo que un 5 de Julio...)[4], [5].

Nosotros hemos estado no sólo en la mira sino al borde. Ha habido ataques a las comunidades, a líderes, amedrentamientos, asesinatos selectivos, han tratado de destruir las bases de la revolución, todos los líderes populares de alguna manera se convierten en blancos de estos ataques y todo ello arrecia por la frustración ante las derrotas que sufre la oposición, bien sea electorales o de otra naturaleza (diplomáticas, deportivas, culturales, etc.), lo que los lleva a “descargar su arrechera”, pero lamentablemente acaba el pueblo descargando su arrechera contra sí mismo, porque los ataques nunca son dirigidos a las zonas pudientes o a los ricos. Es pueblo contra pueblo, y esa ha sido siempre la matriz movilizadora, buscan que el pueblo se mate.

Lo intentaron en las largas colas cuando en el sabotaje petrolero azuzaban para que hubiera desastres, pero el pueblo venezolano respondió cantando, jugando dominó, incorporando las fiestas navideñas a las colas. El resultado fue que vencimos. Por intuición, por sapiencia, quién sabe. Lo han intentado con el sistemático bachaqueo, cuando en las colas apuestan a aquello de que una chispa encienda la pradera. Porque ciertamente, allí están dadas todas las condiciones para que suceda cualquier cosa, para que la situación se desmadre, para que se salga del cauce. Sin embargo, el pueblo venezolano ha resistido.

El Imperio por tanto, la ha tenido difícil por lo que tenemos que estar más atentos que nunca a la incursión paramilitar, porque si falla lo “blando”, activan lo “duro”. Para ellos fue sin duda un gran logro el 6D, capital político que han desbaratado puesto que soñaron con la debacle del chavismo, pero resulta que el chavismo –exactamente por ser pueblo- se levanta con los reveses. O sea, la derrota lo anima, porque el pueblo no se suicida, algo que la derecha no entiende y mejor así que no lo entienda. Nosotros lo entendemos, lo sentimos y vivimos y por eso estamos en un escenario como este después de 8 horas de trabajo escuchando a quien está tratando de avanzar en algunas ideas y argumentos que nos permitan avanzar juntos en la pelea.

Ese momento, el 6D, fue de quiebre y nos ayudó a entender que en efecto, la revolución estaba en peligro. Hubo un despertar. Por cierto, ha habido varios despertares, pero voy a hablar de los recientes. Despertó por ejemplo, la idea de que debemos producir; la baja del petróleo nos impulsó. Hace unos días dije: donde hay un metro cuadrado hay un chavista sembramdo[6]. La idea de producir está generalizada, y eso es un fruto de la guerra en tanto estamos respondiendo a ella con trabajo y organización. 

El otro momento de quiebre igualmente muy interesante fue el 1S. Ellos estaban desbocados apostando todo o nada, había necesidad de que fuera una fecha culminante porque a Obama, el financista mayor de las operaciones terroristas y subversivas en Venezuela y que ha patrocinado los ataques a la unión suramericana y está al frente de los conflictos en Asia y Oriente, por ejemplo la destrucción de Siria debemos achacársela completa a Obama, como el asesinato de Gadafi, otro de sus terribles legados, a Obama pues, les decía, se le acabó el tiempo y, por ende, a la MUD (la Mesa de la Ultra Derecha, como la bautizó Chávez). Ahora están sus artífices declarando que hacen falta unas nueva siglas, organizar los pedazos de eso que quedó moribundo a partir del 1S.

Estas dos fechas 6D y 1S son dignas de consideración en medio de este despliegue, de esta ofensiva que estamos protagonizando como pueblo. Estamos ganando pero no le hemos ganado al Imperio que, mientras más agonizante, más peligroso. La cantidad de bases militares esparcidas en el mundo y las ojivas nucleares indican que un proyecto anticivilizatorio como el de EEUU puede decidir acabar con el mundo si no domina, si no es el hegemón, de lo contrario qué sentido tienen las bombas nucleares, para qué existen si no es para sostener (por la vía del chantaje y el terror) una hegemonía que ya no tienen, que ya no pueden sostener de manera política. 

Estamos venciendo, Venezuela es una referencia. Y una guerra en las que hemos obtenido importantes triunfos ha sido contra los medios, sobre todo a partir del 2002 cuando el pueblo entendió que los medios estaban ocultando la verdad. Estas victorias son estratégicas porque hacen parte de la liberación del pueblo. Esto se ha ido cultivando, se ha ido sosteniendo y en buena medida, la paz que tenemos, es producto de que hemos abierto los ojos frente a los medios de comunicación.

Sin embargo, no es que esté cantando victoria, pero sí quiero aupar y alentar porque de esa conciencia sobre los medios ha dependido la paz, porque la guerra de IV Generación busca controlar las mentes y los cuerpos. Por eso atacan mediáticamente y atacan el estómago. Es como una tenaza, y están buscando quebrar la voluntad del pueblo. De modo que es ahí donde tenemos que estar pendientes con los censos, cuando conversamos con la gente, porque la educación es en y desde las bases, la información desde las bases es esencial. Y por cierto, la transparencia es fundamental, como lo decía el ponente anterior.

Lo otro es la activación de mecanismos, de momentos de educación popular, talleres de formación, actividades donde nos podamos encontrar para trabajar juntos, para crecer juntos. La producción que está inserta en los CLAPS, es parte de esta formación de la que hablo porque sencillamente no hay producción popular si no hay escuelas populares. Es decir, cómo podremos producir juntos si no nos formamos juntos en los modos de producción. Hay que rescatar saberes… nosotros todos tenemos un pasado inmediato campesino, hay que recuperarlo a través de la educación popular; los saberes ancestrales y campesinos debemos recrearlos, por lo tanto, nos toca construir espacios y tiempos para recobrar esos saberes.

Esa idea fuerza de que la comunidad es la escuela y la escuela la comunidad, tenemos que incorporarla definitivamente; debemos ir atando cabos porque la escuela es neurálgica, es vertebral, es central, mas la escuela como ya sabemos no es sólo el edificio; la escuela es la comunidad.





[1] Pérez Arcay: Tenían que matar a Chávez para hacer lo que están haciendo


[2] Una noticia, de muchas… “Un general israelí en reserva es asesor de seguridad del Gobierno colombiano”, https://www.nodo50.org/csca/agenda07/palestina/arti20.html



[5] Por cierto, mientras transcribía esta intervención, llegó la noticia de un ataque terrorista a un puesto de la GNB con saldo de dos muertos y casi treinta heridos…: http://www.latabla.com/ataque-a-puesto-de-la-gnb-causa-dos-muertos-y-30-heridos-en-petare/  


[6] Aquí el texto donde está la frase en cuestión: “El chavismo es pueblo en reflexión”, en: http://josejavierleon.blogspot.com/2016/09/chavismo-es-pueblo-en-reflexion.html

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