José Javier León
joseleon1971@gmail.com
La educación es el nombre moderno y secularizado de un imperativo humano. La educación -sigamos llamándola así- garantiza la sobrevivencia humana de la especie.
Hago énfasis en la sobrevivencia "humana" porque el capitalismo, ha convertido la experiencia de existir en algo que no pasa necesariamente por la condición -sine qua nom- de la preservación de la vida humana. En otras palabras, el capitalismo crea condiciones infra o subhumanas y por ende, una suerte de infraeducación ajustada al requerimiento capitalista de una educación que no educa, esto es, que no protege ni salvaguarda la vida humana.
Es necesario insistir en ello, porque la educación ha sufrido tal secularización que nos hace olvidar que la especie humana ha sobrevivido porque ha sabido proteger, conservar, resguardar y transmitir conocimientos esenciales para la preservación de la vida.
El capitalismo, un sistema social que privilegia la desigualdad para garantizar el poder de los ricos y poderosos sobre los pobres y débiles, un sistema sostenido sobre el racismo, desprecia ontológicamente la vida y destruye las condiciones sobre las que se reproduce la vida. En términos marxistas, destruye la tierra y a los seres humanos.
En tal sentido, es un sistema que desprecia la educación como imperativo humano. A lo sumo trata demagógicamente la educación como derecho. Pero está visto lo que tienen que luchar los pueblos para recibir educación "pública, gratuita y de calidad", como lo expresan las constituciones liberales. Frente a los imperativos del mercado, esos "derechos" se convierten en sal y agua.
Esto es muy importante tenerlo en consideración cuando se tratan los temas relativos a la educación en general y, en particular, cuando nos referimos a la educación a través de las tecnologías o TIC.
Pensar la educación sin partir de considerarla un imperativo humano, deja lo esencial o fundamental de lado.
Cuando se parte de consideraciones que no tienen el imperativo humano en el fondo del asunto, se habla entonces de la educación como derecho humano -de modo que antes del ser humano estaríamos ante sujetos con derechos o sin derechos, y no exactamente humanos-.
Por otro lado, se despeja el terreno para tratar la educación como mercancía, esto es una anti-educación que deja por fuera a los que no pueden pagarla, que es como decir, que hay quienes tienen posibilidad de educarse mientras que otros no, con el agravante de que si la educación es garantía de sobrevivencia, hay quienes no tienen acceso a la sobrevivencia, es decir, estarían condenados como especie a la muerte, e incluso a la extinción.
De todos modos, en realidad no es la educación como imperativo humano la que se vuelve mercancía, sino un sucedáneo, una simulación, algo que se denomina "educación" pero que no lo es, en tanto, en verdad, la existencia de la humanidad no pasa ni depende de esa llamada educación.
Estamos hablando de una "educación" que no garantiza la sobrevivencia sino que, llegado el caso, condena a la especie a su extinción, si en verdad se hiciera masiva hasta hacer imposible incluso punible la educación para la vida.
Es aquí donde el socialismo ha de imponer una educación para la vida, imperativo humano y no mercantil. Y por eso, nuestras discusiones tienen que partir de esta condición última y no condescender a tratar el tema de la educación desde el paradigma y desde los conceptos de "educación" cuando no la tienen como parte fundamental y esencial en la sobrevivencia de la especie sino a un paso de la privatización y de su mercantilización.
Preguntémonos, entonces: ¿son las TIC garantía de sobrevivencia de la humanidad? La respuesta es obvia... A partir de aquí, abramos el debate sobre educación.
Sólo que, no es eso lo que estamos debatiendo.
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* La imagen fue tomada del sitio Chiapas Paraleo, en https://www.chiapasparalelo.com/opinion/2015/08/participahttps://www.chiapasparalelo.com/cion-social-en-la-educacion-imperativo-categorico/
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