VENEZUELA: SUPERADO EL EMPATE CATASTROFICO

Por
Juan Romero

El anuncio del presidente Nicolás Maduro es una acción estratégica, tanto en términos políticos, comunicacionales como constitucionales.
En lo político, porque permite abrir un cambio en la dinámica de la diatriba que amenaza con la desintegración del tejido social levantado a partir de la Constitución de 1999. La animosidad beligerante y destructiva entre los actores políticos en pugna, particularmente fuerte desde la desaparición física de Chávez en marzo de 2013, es una verdadera espada de Damocles que se erige sobre la cabeza de la vida democrática. Los esfuerzos de facilitación realizada por el Vaticano y los expresidentes Zapatero, Fernández y Torrijo, han sido infructuosos.
En concreto, es innegable que la situación política en términos de teoría de juegos es suma-cero. En este marco, el anuncio abre un espacio político de definición, donde los factores confrontados, e incluso aquellos ciudadanos no polarizados, deberán pronunciarse en una acción electoral.
Por otra parte, también en términos políticos se abre un espacio para un debate sobre ideas de país. Hay una agenda sometida a debate: 1) búsqueda de la paz, 2) superación del carácter rentista y parasitario de la economía, 3) darle carácter constitucional a las políticas sociales de misiones, 4) el avance del Estado de Bienestar Social, 5) defensa de la soberanía, 6) política exterior, 7) identidad cultural de la venezolanidad, 8) garantías de protección constitucional a los jóvenes, y 9) cambio climático y ecosocialismo.
Esa agenda política, permitiría que el debate se centre en proyectos y no en la deslegitimación agresiva del otro. Es retomar la senda del diálogo entre diferentes, basado en el respeto y la tolerancia. En lo político permitiría excluir, en los sectores confrontados, a aquellos que apuestan por la violencia y no por el debate. Es la oportunidad para que los venezolanos definan las diferencias en el marco constitucional. ¿Estarán dispuestos a darlo? Creo que sí y el que no, quedará marcado ante la opinión pública y debería ser rechazado en términos de ciudadanía y convivencia.
Asimismo, el debate político se encausa en una temática, que puede o no ser compartida pero no podrá ser ignorada. En lo comunicacional, el presidente Maduro realizó una jugada maestra: sacó la discusión del tema de los ataques y responsabilidad y lo lleva al tema de las propuestas. Le impone una agenda a los actores, que sin duda quedan entrampados en sus condiciones: o dialogan sobre un temario o quedan por fuera y pierden escenario. En segundo lugar, define la naturaleza de la discusión y el protagonismo de la misma. Es decir, impone un discurso que es dicho, eso es que por aceptación o rechazo es repetido en tres agendas: la pública, la que discuten los ciudadanos día a día; la agenda de medios que se expresa en las redes, televisoras o en medios digitales, y, por último, la agenda política, que es aquella de los actores con capacidad de decisión.
Importante es resaltar, que el presidente Maduro saca y sacude a la opinión pública nacional e internacional de la matriz sobre el carácter autoritario o dictatorial del país? ¿Qué dictadura abre un espacio tan amplio de consulta y debate? Eso genera una gran reflexión en la opinión pública nacional e internacional, descolocándolos en sus matrices preestablecidas. Los decretos firmados en Consejo de Ministros crea un espacio inédito, ante una crisis como la que se vive.
En términos constitucionales, se encuentra ajustada a la norma establecida en la Constitución de 1999, basada en el artículo 347 que establece las posibilidades del poder constituyente de someter una consulta democrática para generar un proceso de discusión sobre el marco legal y el Estado. El artículo 348 señala las formas de hacerlo e identifica cuatro: 1) a través de decreto del presidente en Consejo de Ministro, 2) la Asamblea Nacional a través de mayoría absoluta, 3) a través de los cabildos o consejos municipales, y 4) el 15% de los electores inscritos en el Registro Electoral Permanente (REP). Asimismo el 349, establece que ningún poder constituido puede impedir el accionar de la ANC.
El presidente está proponiendo una ANC amplia, conformada por la elección de 500 constituyentes a nivel nacional, a través de una definición sectorial y territorial. Es decir, constituyentes del sector obrero, campesino, mujeres, indígenas, profesionales, sector cultural, entre otros. Una consulta muy amplia, que derivará en un gran debate que nos saque de la amenaza violenta que pretende ser impuesta. Aquellos que se han quejado dentro del gobierno del escaso debate, tienen el espacio para hacerlo. Aquellos que fuera del gobierno lo acusan de poco democrático, pueden discutir en esta convocatoria y buscar, por medios democráticos, discutir la agenda propuesta.
Estamos ante una oportunidad histórica de que los actores políticos expongan lo que piensan, cuáles son sus propuestas de programa de gobierno y crear espacios para un debate organizado y cívico. Esperemos lo entiendan y si no lo hacen, los señalemos en su esfuerzo de imponer una vía violenta y no democrática.

Publicar un comentario

0 Comentarios