Edgar Petit, los signos del arte rebelde



Orlando Villalobos

Dice Edgar Morin que somos seres complejos y multidimensionales. No se puede separar una parte del todo que somos. Complejo o complexus significa que todo va tejido junto.  Esta previsión o postulado se cumple en Edgar Petit, en toda la extensión de la palabra. Fue un artista de todas las horas. Vivió y actuó en diversas dimensiones. Fue artista plástico, poeta, escritor, editor, investigador de la historia del arte y atento intérprete del mundo que le tocó vivir. Nunca dejó de pintar, esculpir, escribir, revelar sus certezas y dudas a sus estudiantes; pensar y reflexionar sobre la época venezolana que nos tocó vivir. Según la circunstancia, fue militante, crítico, maestro, estudiante, curioso, colega e irreverente. Participó de los grupos rebeldes que proclamaban el advenimiento de un cambio de época y de otros reinos. Edgar Petit participó en los grupos Bajareque, Liberación por asalto, Guillo, Taller de Telémaco y el Movimiento de los Poderes Creadores del Pueblo Aquiles Nazoa. Fue coeditor y fundador de las revistas literarias “Bajareque” y “Por asalto”; fue el editor de “El ojo de la mano”, una revista de reflexión sobre las artes visuales. Publicó un libro de poesía: “Áspero sueño”. Su obra plástica ha sido expuesta en Francia, Mónaco, Rumania, Bulgaria y en los museos nacionales, en algunos de los cuales está representado. Se hizo presente en numerosas exposiciones colectivas. Algunas de sus exposiciones individuales son “Signos de los reinos”, de 2012; “AzeUxis” de 2007; y “Forestal” de 2003.
Petit se despidió en agosto de 2014, pero sigue con nosotros a través de sus obras y de sus páginas. Estamos convocados por las imágenes y las enseñanzas de su libro “Las artes plásticas en Maracaibo 1860-1920”, que dejó en trámites de publicación. En él muestra las huellas del movimiento plástico del Zulia. Este es un libro histórico, donde se hace un seguimiento cronológico a las artes plásticas del Zulia y de Venezuela.
Nació en Casigua-El Cubo el 30 de mayo de 1952. Ejerció la docencia desde 1991 en la Escuela de Artes Plásticas Neptalí Rincón, de la Secretaría de la Cultura del estado Zulia, y en la Universidad Cecilio Acosta.
Nos deja como legado su búsqueda permanente, su utopía y su constancia. Su huella está en el arte y en la literatura. Su pasión queda plasmada en campos diversos que tienen un común denominador, la intención manifiesta de dar cauce a la esperanza artística, cultural y política. Lo conocimos desde aquellos tiempos del Movimiento de los Poderes Creadores del Pueblo Aquiles Nazoa. Coincidimos en el riesgo en aquel país de más limitaciones, con democracia disminuida y maltratada. Golpe a golpe, verso a verso, vimos crecer su obra artística y humana. Ahora nos corresponde aprovechar su legado y continuar con su ejemplo, en beneficio de las generaciones actuales y futuras, para que su siembra de la sensibilidad cultural y política siga dando frutos. 

(Orlando Villalobos)

Publicar un comentario

0 Comentarios