EL LIBRO, LA LECTURA Y LA ESPERANZA


(Palabras de Andrés Enrique Rojas en la Sesión Especial de la Cámara Municipal de Cabimas, con motivo de la Celebración del día Internacional del Libro y del Idioma - martes, 24-04-2018)

Quisiera convertir este honor que me toca de dirigirle estas palabras, en un acto profundamente Político y Pedagógico. Permítanme aclararles las acepciones que manejo de estas dos palabras, a veces tan manoseadas.

En primer lugar, la Política, al más alto nivel, desde su concepción más radical, desde el Zoon Politikon de Aristóteles, está asociada a la orientación de colectivos para alcanzar sueños, ideales y proyectos comunes. Aristóteles en su preocupación por las relaciones sociopolíticas del ser humano, creía que el individuo sólo se puede realizar plenamente en sociedad, que posee la necesidad de vivir con otras personas. También expresó que aquellos que son incapaces de vivir en sociedad o que no la necesitan por su propia naturaleza, es porque son bestias o dioses. Estimado Concejales: lo que nos reclama la difícil coyuntura actual es Legislar para hacer esta Verdadera Política. Considero como ciudadano de a pie que su gestión debe apuntalar una estrategia de intervención cultural de índole revolucionaria; es decir orientar a las comunidades para la construcción de Proyectos de Vida, de verdadera vida. No sólo es el ornato y los servicios; se trata también de hacer la ciudad más vivible más allá de lo visible; y allí entra en juego la generación de espacios para la lectura, para el libro, para la recreación; esto es, para la búsqueda de La Belleza en cada acto cotidiano, y la consolidación de Identidad de pueblo con nuestros imaginarios.


La actual coyuntura por la que atraviesa el País, el continente y el mundo, no nos la pone fácil: Sólo por citar uno de tantos intelectuales, el constituyentista Julio Escalona en su más reciente artículo del 20 de este mes, nos apunta: “Los valores y principios de solidaridad, fraternidad, igualdad. De respeto a la diversidad del ser humano y de la naturaleza, la diversidad religiosa, étnica, cultural… Todo esto está seriamente amenazado, incluso, la diversidad política y democrática viene siendo sustituida por el totalitarismo” 1.


No se trata sólo de la guerra económica y del bachaqueo, como su más pedreste expresión: Los espacios donde podemos existir conviviendo con las diferencias, están siendo destruidos. Ya en otros países, las guerras y los bombardeos van destruyendo ciudades, comunidades, naturaleza y fuentes de agua que han permitido la vida y la existencia humana, generando migraciones y movimientos de refugiados; pero al mismo tiempo las puertas de las potencias y sus países aliados, responsables de la violencia, se cierran y penalizan a quienes huyen de la guerra y las persecuciones.


En nuestro país, las operaciones de guerra psicológica han programado a sectores populares que sólo creen en las "verdades" imperiales pues las tienen sembradas en lo más profundo de su psiquis individual y social. La programación a través de las operaciones de guerra psicológica, que están en las pasiones más primitivas (hambre, miedo, inseguridad, rabia) y desde ahí se van instalando "verdades", relativamente irracionales. Por eso esas "verdades" se hacen más o menos inconmovibles y no ceden fácilmente frente a los argumentos racionales, pues se van creando rechazos inconscientes como si se encendiera una alarma que genera disgusto, rabia, malestar. Dichas operaciones de guerra psicológica dificultan el diálogo y están diseñadas para impedir la convivencia entre los venezolanos. Esto no se resuelve sólo con razones y agitación. Mucho menos con amenazas, lenguaje agresivo o estilos similares. Es imprescindible un contenido y un estilo pedagógico consecuentes. Y allí es donde es fundamental la Lectura, su promoción, el libro como Valor de Uso, y no mercancía. Ya lo decía Saramago, poco antes de morir: lo único que tenemos ante la arremetida de los Poderes que dominan el mundo es la Conciencia, la creación de más conciencia.


Ahora, desde lo Pedagógico. Estimados maestros, colegas; queridísimos estudiantes. Lo Pedagógico se concreta en la fascinación por los cambios y el crecimiento del otro, del estudiante. Pero, a diferencia de lo que comúnmente se cree, esto es una comunión donde también cambia y crece el maestro. Mi experiencia personal que data de hace más de 50 años, de acercamiento afectuoso a mi primer libro, a mis primeras lecturas, no fue en la escuela: fue en un espacio comunitario de amigos, allá en mi pueblo natal del Estado Sucre. Por ello creo firmemente que la escuela debe convertirse en un espacio para el encuentro, para la solidaridad, para las alegrías y las penas compartidas. Es el último espacio posible de construcción de Esperanza. Es la mejor manera de construir día a día, los proyectos de vida de los estudiantes y sus familias. Ya está bueno de un maestro que repite programas y contenidos fríos, descontextualizados e inútiles, ante esta realidad y esta demanda de País que nos reta todos los días. Porque pareciera que lamentablemente cada día son menos los maestros con una rica y poderosa personalidad. Que tengan pupilos (seguidores) y no simples alumnos (un trabajo). Pero también está bueno de unos estudiantes pasivos que se dejan robar la mejor etapa de su vida por la mediocridad de un mal maestro: deben reclamar con sentido crítico: y este sólo se adquiere en la lectura compartida, en el contacto con el libro…


¿Qué importancia tiene el Libro, la Lectura, la Cultura en general de un pueblo en los actuales momentos? Recordemos por un momento a ese intelectual orgánico venezolano César Rengifo: ya desde 1978, hace 40 años nos advertía: “Paralelamente a la acción conquistadora de los productos básicos de los países expoliados, el imperialismo instrumenta un conjunto de medidas cuidadosamente planificadas para controlar, primero, y deformar y destruir, posteriormente, la cultura del país sobre el cual actúa (énfasis nuestro)”. Es decir el ataque a nuestro imaginario y nuestra identidad como pueblo no es nuevo, ni a partir de éste gobierno.
Continúa Rengifo: “Todo cuanto el pueblo de esa nación ha contribuido a crear y conformar en espacio y tiempo, es perturbado y en ocasiones, destruido, y con ella destruida igualmente su psicología. Tradiciones, hábitos, formas de pensar y actuar, vestimenta, alimentación, creatividad, todo, en fin es trastocado o derruido de manera hábil y sutil; creando así en el país un modelo de existencia cada vez más separado del propio y tradicional, cada vez más desnacionalizado y cada vez más propicio para la aceptación del coloniaje y el despojo (énfasis nuestro)”2. ¿No es eso lo que nos han estado haciendo en los últimos años, pero con más énfasis en estos tres últimos? Claro, también, con la participación más evidente de los traidores internos de siempre, los de antes y los de ahora, de todos los pelajes y en todos los niveles.


Como forma de olvido decolonial, casi pasamos por alto que esta efeméride se celebra para conmemorar la muerte de 2 escritores europeos: un 23 de abril de 1616 fallecieron Cervantes y Shakespeare; aunque después algunos recordaron que también falleció el mismo día el Inca Garcilaso de la Vega. Pero lo importante es que retomemos el impulso para continuar edificando una alternativa material de sociabilidad que el poder político correspondiente contribuya a reproducir. Todavía tenemos fortaleza espiritual, identitaria y material como pueblo para avanzar en las conquistas relacionadas unas con otras y que integren los contenidos reales y prefigurados de la sociedad que pretendemos y que merecemos construir.


Todo revolucionario debe mantener el optimismo. Pero un optimismo militante. En eso andamos: con el libro, con la alegría, con los encuentros, con las lecturas compartidas, estamos firmemente convencidos, que también podemos seguir sembrando esperanza.


NOTAS:
  1. ESCALONA, J. (2018). Guerra de precios ¿falta de gobierno? Artículo en página digital Aporrea. Consultado el 20-04-2018 en https://www.aporrea.org/economia/a262067.html
  2. RENGIFO, C.(2015). El arte y la cultura nacional (ensayos y artículos 1948-1980). Fondo Editorial FUNDARTE, Caracas.

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