Noticias viejas, milenarias




En días recientes me ha llamado la atención una "noticia" sobre el supuesto "descubrimiento" de unos petroglifos en Venezuela. Pongo las palabras entre comillas porque no se trata de una noticia y menos de un descubrimiento. Antes de ir a por qué digo lo que digo, valga recordar que la dicha noticia es un refrito, ya que tal vez uno o un par de años atrás también "se puso de moda" con la misma insistencia y frecuencia y si mal no recuerdo, con el mismo y literal tratamiento. O sea, es una "noticia" evidentemente empleada para rellenar algo, un espacio mediático de seguro con objetivos que desconocemos. Ayer como ahora, me propuse desde mis redes, por supuesto sin mayor impacto, a desfacer el entuerto, o sea a decir lo que ahora repito: esos tales petroglifos aparecen perfecta y por demás, hermosamente descritos en la novela Los pasos perdidos de Alejo Carpentier escritor cubano maravillosamente real, quien la publicó en 1953. Los "científicos" que "descubrieron" los petroglifos, evidentemente no son lectores de novela latinoamericana y no hubo entre sus mayores alguien con mediana memoria y cultura general que les dijera que no se dieran bomba porque la verdad estaban lloviendo sobre mojado. Pero, ¿estaban lloviendo sobre mojado? ¿Hay otra manera de informar sobre esos petroglifos que no sea convirtiéndolos en "noticia científica", puesto que la referencia literaria no sólo está perdida sino que los lectores también están como... perdidos? No es novedad que los petroglifos hayan sido descritos por Carpentier, así la novela y ese pasaje sean completamente desconocidos digamos por la población que hoy consume "novedades" efímeras, que vuelven cada cierto tiempo -como ciertos virus- a causar una sensación que se evapora y pierde en la futilidad de los días. De todos modos, sirva el comentario para recordar la hermosa novela de Alejo, ya lejos de las biblioteca personales y escolares. También para reflexionar sobre estas formas vertiginosas y caprichosas de construir lo nuevo y lo noticioso. Para lo permanente y verdadero, allí están los petroglifos del Alto Orinoco, recordándonos que nada somos, que pasaremos y ellos seguirán allí, en diálogo mudo con los dioses.


https://lahistoriadeldiablog.wordpress.com/2009/06/26/alejo-carpentier-los-pasos-perdidos-descargar-libro/

Publicar un comentario

0 Comentarios