Autor: Julio Escalona
Nuestra historia es
poco conocida entre otras razones porque se desenvolvió durante la dictadura de
Pérez Jiménez, una sangrienta dictadura, que cubrió de oprobio y silencio la
vida venezolana de aquellos tiempos.
Hoy no voy a contar
esa historia. Hoy quiero centrarme en una falsificación de la derecha
venezolana, que impulsada por los medios de comunicación va impregnando,
incluso, al chavismo.
No puedo enumerar
ahora la lista de los que perecieron en las cámaras de tortura o en los campos
de concentración de Guasina y Sacupana, los que padecieron el exilio y la dura
represión de aquellos tiempos. Los que lucharon desde el silencio, desde el
anonimato de la clandestinidad, en fin, de tantos compañeros que ya no están.
Muchos de los
luchadores de la década de los cincuenta fuimos a dar a la guerrilla rural o a
la guerrilla urbana de los años 60, 70... Recordar el día del estudiante es ratificar
que el 21 de noviembre de 1957 fue un episodio clave en el largo camino de la
lucha por la soberanía, la independencia nacional, la democracia y el
socialismo. Luego, los que nos hemos mantenido firmes hasta hoy, no hemos
sabido lo que es la paz ni el descanso, pues la paz personal ni el descanso son
el proyecto de vida que asumimos desde que éramos adolescentes. La consigna:
“Hacer la patria libre o morir por Venezuela” ha sido y es el signo de nuestra
existencia. Con alegría, con valor y honor. Siempre apostando por la vida con
dignidad.
Por eso abrazamos también
esta tormenta, este vendaval y esta diversidad de sentimientos, luchas,
emociones, creencias, utopías, que el movimiento bolivariano creado por el
Presidente Chávez y los esfuerzos seculares del pueblo venezolano, representa.
Es una continuidad en nuestra lucha de muchas décadas, hermanados con los
jóvenes que derrotaron a Boves en La Victoria, aquel 12 de febrero de 1814; con los que se
enfrentaron a Gómez y murieron y padecieron en las cárceles de La Rotunda y del
Castillo Libertador representando a la generación de 1928; con los jóvenes que
en 1936 se enfrenaron a López Contreras; con los trabajadores de las huelgas
petroleras de 1936 y 1950; con los héroes de abril de 2002, que dieron su vida
por rescatar al Presidente Chávez y derrotar a los golpistas; los que
enfrentaron y derrotaron el paro petrolero de diciembre de 2002 y enero de
2003; los que dieron su vida enfrentando las guarimbas dirigidas a derrocar
ayer al Presidente Chávez y al Presidente Maduro.
No es el día del Estudiante Universitario
Alrededor de 2006, si
no recuerdo mal, cuando el pensamiento opositor comenzó a dominar a las
universidades autónomas, se comenzó a fraguar la mentira de que el 21 de
noviembre de 1957 se celebra el día del estudiante universitario y no el día de
todos los estudiantes venezolanos. Fui invitado a una rueda de prensa en el
rectorado de la UCV en mi condición de ser un actor de la huelga estudiantil de
1957. Al llegar me di cuenta de que se estaba forjando algo extraño. Además, lo
primero que me preguntó un periodista fue sobre la importancia del día del
estudiante universitario. Mi primera respuesta fue que ese día no existía, que
existía el día del estudiante. Desde ahí viene esta batalla.
1) La verdad histórica
El 21 de noviembre de
1958, la Junta de Gobierno de la República de Venezuela, entonces presidida por
el Dr. Edgar Sanabria, profesor de la UCV, dicta el decreto número 436,
publicado en la Gaceta Oficial No. 25.818, cuyo considerando más importante
dice:
“Que es un deber del
Gobierno señalar y enaltecer aquellas fechas significativas de la lucha del
pueblo venezolano por la consolidación de un orden democrático y el
establecimiento de un Estado de derecho”.
Después de ese
considerando decreta:
“Art. 1°- Celébrese
el Día del Estudiante el 21 de noviembre de cada año.”
Como se puede
constatar el decreto es muy claro al no discriminar entre estudiantes
universitarios y los de otros niveles educativos. Es claramente taxativo: “Día
del Estudiante”
Además, el decreto es
también muy claro al incluir el 21 de noviembre de 1957 entre “las fechas
significativas de la lucha del pueblo venezolano por la consolidación de un
orden democrático”... Como podemos constatar, el decreto tiene una finalidad
integradora de las luchas del pueblo venezolano y no la desintegración de
sectores sociales, lo que adquiere más sentido si se observa que el decreto es
redactado en medio del auge de masas que se produjo después del derrocamiento
de la dictadura de Pérez Jiménez y la fuerza que cobraron las luchas
democráticas y antiimperialistas y el fundamental papel de los estudiantes de
todos los niveles. Auge del cual no sólo fui testigo sino activo participante y
promotor.
Luego, como
participante en todas las luchas que se realizan después de promulgado el
mencionado decreto, puedo dar fe de que esta celebración fue siempre por el día
del estudiante y nunca por el día del Estudiante Universitario. Ese es un
invento reciente.
Es más o menos desde
el 2006-2007 cuando comienza a aparecer ese giro en la medida que las fuerzas
opositoras van ganando espacios en las universidades autónomas y entonces, el
movimiento estudiantil de ellas va adquiriendo un carácter no simplemente opositor
al gobierno bolivariano, sino un carácter definitivamente anti-chavista y en
esa misma medida, un claro carácter clasista, “anti-tierrúo” y se generaliza la
denominación del pueblo chavista como “hordas”.
Estás denominaciones
ya habían surgido cuando el golpe de Estado de abril de 2002, el paro petrolero
de diciembre 2002 y enero 2003, pero la impotencia ante estas rotundas
derrotas, agudizó el carácter clasista del movimiento estudiantil de las
universidades públicas autónomas. Es en ese proceso donde comienza a inventarse
lo del día del estudiante universitario como sustitución y violación del
decreto del 21 de noviembre de 1958.
2) El decreto de 1958 interpretó fielmente los hechos
de noviembre de 1957
Esos hechos como
suele ocurrir en la historia fueron una continuación de acontecimientos
relevantes ocurridos en 1956 tales como las huelgas claramente
anti-dictatoriales del Liceo Fermín Toro, la Escuela Normal Miguel Antonio
Caro, el Liceo Andrés Bello, el Liceo Luis Razzeti, el Liceo Caracas... que
conmovieron al estudiantado en diferentes regiones del país. Decenas de
estudiantes fueron sometidos a prisión y torturas.
En 1957 muchos de
estos estudiantes que eran militantes de la juventud de Acción democrática y de
la Juventud Comunista, habían ingresado a la Universidad Central de Venezuela y
a otras universidades públicas, en las que por imposición de la dictadura
perezjimenista, se pagaba matrícula, lo que alimentaba la protesta y el
espíritu de rebelión. No sólo de los que ya estábamos en las universidades
públicas sino de los que desde los liceos veían frustradas sus esperanzas de
cursar estudios universitarios.
Bien esos estudiantes
a los que conocí personalmente y con los cuales milité durante esa negra noche
de la dictadura perezjimenista, se convirtieron en un núcleo organizador de la
rebelión que estalló en noviembre de 1957 y enlace con institutos de educación
media de diferentes lugares del país. Entonces, ¿Cuál día del estudiante
universitario?
¿Por qué el invento de transformar el 21 de noviembre
de 1957 en día del estudiante universitario?
Creo que hay varios
factores que son parte de un solo plan y una sola política. Vamos a
desglosarlos para observar algunos aspectos.
1) Me parece observar un carácter clasista, que lleva
a la aversión política. Hoy día los estudiantes de los
institutos de educación media son mayoritariamente provenientes de sectores de
bajos ingresos y la oposición escasamente los ha podido penetrar. Son los
“tierrúos”, los “monos”, como la pesadilla de la clase alta venezolana.
Pienso que ese día
del estudiante universitario tiene un fin excluyente y divisionista y que no
nos debemos dejar confundir y comenzar a celebrar desde el proyecto bolivariano
socialista, ese invento del día del estudiante universitario adosado al 21 de
noviembre de 1957 que tuvo otras motivaciones y otros fines populares y
antiimperialistas
2) ¿Por qué
digo que es un plan? Sorprendentemente la UNESCO, Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura llama a celebrar el
21 de noviembre de 1957 como el día del Estudiante Universitario y una de las
universidades que privilegia como autoras de ese día es la Universidad Católica
Andrés Bello (puede colocar en su buscador de Internet Unesco Dia del
Estudiante Universitario y encontrará la información que refiero).
También el IESALC
(Instuto de Educación Superior de América Latina y el Caribe) llama a realizar
esta misma celebración. ¿Quién les dio esa información a la Unesco y al IESALC,
cuando en la República Bolivariana de Venezuela no existe decreto alguno o ley
que lo proclame? Si existe, disculpen mi ignorancia y mi preocupación.
Me parece más serio
que el Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior (ver http://www.me.gob.ve/contenido.php?id_contenido=538&modo=2 o simplemente coloque en su buscador día del estudiante de educación
superior) y la Juventud del PSUV hagan una declaración similar y esta haya
organizado una marcha para celebrarlo.
Yo no estoy en la
actitud del que anda cazando gazapos. Yo soy solidario con el Presidente Maduro
y con el proceso bolivariano y porque soy solidario y trabajo por la fortaleza
de dicho proceso, digo lo que estoy diciendo pues este asunto me parece muy
relevante.
3) Creo que la oposición aspira cada día con más vigor
el control absoluta de las universidades públicas autónomas. Más allá de errores cometidos por sectores gubernamentales, me parece
que el propósito opositar es evidente.
¿Se estará preparando
para el futuro inmediato una confederación de estudiantes universitarios tanto
de las universidades públicas autónomas como de las universidades privadas?
Creo que vale la pena hacerle seguimiento a esta posibilidad pues 2015 será un
año de batallas políticas severas y los planes desestabilizadores serán más
intensos ¿Qué tal una confederación de estudiantes de educación superior
sumados nacional e internacionalmente a estos planes? Ya la UNESCO ha
reconocido el dia del estudiante universitario. Creo que nuestra cancillería
debería ocuparse con tiempo de este asunto.
¿Por qué en la celebración del 21 de noviembre se
insiste en el protagonismo de la UCAB?
1) Las opciones de 1957 y el plebiscito perezjimenista. De acuerdo con la constitución perezjimenista, el congreso creado
después del fraude electoral del 30 de noviembre de 1952, convocó a elecciones
presidenciales para el 15 de diciembre de 1957. Pese a todas las restricciones
establecidas por el estatuto electoral, la oposición (integrada por AD, Copei,
PCV y URD) decidió participar con un candidato unitario, perfilándose Rafael
Caldera como ese candidato.
Caldera y el partido
Copei se mantuvieron haciendo vida legal durante los años de la dictadura
perezjimenista. Sólo superficialmente fueron tocados por la represión. De los
dirigentes políticos tradicionales, sólo Caldera no fue expulsado del país.
Podía, legalmente, inscribir una candidatura.
Finalizando 1957 la
dictadura decidió detener a Caldera, lo que cerró definitivamente la opción de
salir de Pérez Jiménez por la vía electoral.
Para fines de 1957
Pérez Jiménez va perdiendo el respaldo de EEUU quien comienza a observar los
conflictos internos en Venezuela y el debilitamiento del dictador. Rómulo
Betancourt fue influyendo en este proceso y fue orientando su política hacia un
acuerdo con Rafael Caldera y Jóvito Villalba, garantizando la exclusión del
Partido Comunista y de todo lo que sugiriera posiciones de izquierda
antiimperialista.
2) En ese proceso la iglesia católica comenzó a
desmarcarse de Pérez Jiménez y así surgió la
famosa pastoral que Monseñor Arias Blanco leyó el 1° de mayo de 1957, que influyó
en el estado de ánimo de las fuerzas políticas de Venezuela.
2) Ello influyó en Copei y particularmente en algunos
de sus jóvenes, como Luis Cipriano Rodríguez, a quien conocí
personalmente pues fui designado para establecer enlace con la juventud
copeyana. Luis Cipriano Rodríguez después de derrocado Pérez Jiménez, se fue
incorporando a una cada vez más activa militancia revolucionaria. En los años
60, 70 y en las siguientes décadas se transformó en un extraordinario
revolucionario.
Entonces, los jóvenes
copeyanos se incorporaron a algunas actividades antidictadura. Hay
informaciones, que no puedo confirmar, de que desde la embajada de EEUU en
Caracas, les suministraron apoyo logístico. Lo importante es que comenzaron a
tomar algunas iniciativas y para la huelga del 21 de noviembre quemaron en el
interior de la UCAB el estatuto electoral perezjimenista y una foto de Pérez
Jiménez, pero no se sumaron a las movilizaciones que durante ese día se
realizaron en varios puntos de la ciudad, pues grupos de la UCV fuimos a
contribuir con el paro de liceos y otros institutos.
A mí me correspondió junto con Régulo Hernández
(uno de los dirigentes de la lucha del liceo Fermín Toro en 1956 y mi compañero
de la Escuela de Economía de la UCV), Mariano Rocha (falleció hace algún
tiempo, excelente compañero), entre otros, a “parar” el Instituto Pedagógico y
el Liceo Aplicación.
3) A principios de noviembre de 1957 Pérez Jiménez
anunció que no habría elecciones el 15 de diciembre sino un plebiscito. Esto, por una parte, activó la resistencia y por otra, también creó
dudas y temores en la posibilidad de derrocar la dictadura. La izquierda de AD,
donde yo milité y que luego dio origen al MIR, y el Partido Comunista
arreciaron la ofensiva contra la dictadura.
4) Así llegamos a la huelga del 21 de noviembre y al
cierre de la UCV, la que fue tomada por la Seguridad Nacional deteniendo a
decenas de compañeros. Cerrada la UCV, los jóvenes de
AD (núcleo básico de la Izquierda de AD en la clandestinidad), conjuntamente
con la Juventud Comunista nos fuimos a pelear en las calles de Caracas repartiendo
propaganda contra la dictadura en los barrios y realizando mitines relámpago en
cines, paradas de autobuses, iglesias, mercados y pequeñas concentraciones en
plazas y otros lugares públicos. Fuimos la propia guerrilla de agitación y
propaganda desplazándonos todos los días por distintos puntos de la ciudad
evadiendo los choques con los cuerpos represivos de la dictadura, los que
después de la huelga del 21 de noviembre salieron a cazar estudiantes por las
calles de Caracas.
Después de la huelga
del 21 de noviembre cumplimos con una copla que durante la huelga de 1956 los
fermintorianos crearon. A mí me la enseño Regulo Hernández. Esa copla dice:
Nosotros los fermintorianos / un grito de
guerra lanzamos / a luchar a luchar, a la calle a luchar / porque ya no se
puede luchar en las aulas
Fue inevitable que
tuviéramos bajas, pero así se fue preparando la rebelión popular de enero de
1958 y sobre todo, el auge de masas que se desarrolló después de la caída del
dictador y el corto período de democracia directa que vivimos durante 1958,
cuando el pueblo comenzó a tomar decisiones en la calle, pero esta es otra
historia de la que he hablado en otro lugar.
5) Lo cierto es que ni los jóvenes de Copei ni los
estudiantes de la UCAB participaron en estas movilizaciones, en estas verdaderas batallas a través de las calles de Caracas. Algunas
veces nos atrevimos a tomar zonas como, por ejemplo en una oportunidad la plaza
de Capuchinos, en San Martín, retirándonos luego hacia barrios cercanos como El
Guarataro. Ahí nos cercó la Seguridad Nacional, pero pudimos romper ese cerco
con apoyo de la gente del barrio.
Conclusiones:
1) El 21 de noviembre de 1957 no fue un día de lucha
sólo de los estudiantes universitarios, independientemente
de que la UCV fue el centro desde donde se organizaron diversas iniciativas
2) Ni los jóvenes copeyanos ni ningún partido de
derecha ni la UCAB, tuvieron participación protagónica ni en los
preparativos ni en el desarrollo de la huelga ni en su desenvolvimiento
posterior en el seno del pueblo.
3) Cerrada la UCV con el apoyo la Seguridad Nacional
perezjimenista, la Izquierda de AD y el Partido Comunista,
estrechamente coordinados, fueron los factores decisivos en las luchas del
movimiento estudiantil.
4) Al hacer este deslinde de campos no me ánima deseo
sectario alguno o de descalificación. Se trata de un ir
cerrando las puertas a cualquier intento de manipular la historia de nuestras
luchas con la intención de darle protagonismo en ellas a quienes no lo tuvieron
y avalar así en el presente o en el futuro inmediato a cualquier fuerza
orientada a dividir el movimiento estudiantil con fines desestabilizadores.
5) Si lo desean hacer, lo harán, pero no será
utilizando la historia de nuestras luchas y un supuesto día del estudiante
universitario el 21 de noviembre de 1957. En el 21 de
noviembre de 1957 ninguna fuerza de la derecha tuvo participación destacada ni
en el desenvolvimiento de los hechos y mucho menos en la orientación. Fue
notable el carácter antiimperialista de ellas y por eso la rebelión contra la
visita de Nixon, Vice-presidente de EEUU, a Venezuela en mayo de 1958.
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