Contrarreloj. El 6D un nuevo Santa Inés


Durante el Sabotaje Petrolero aprendimos mucho de resistencia y soñamos romper definitivamente con la dependencia capitalista, hablamos harto de boicot a La Polar y nos arrechamos con la clase comerciante usurera, acaparadora y descaradamente golpista.

(El reciente audio donde Lorenzo y Hausmann hablan sobre la venta del país al FMI es un nuevo episodio de la misma tragicomedia de la derecha entreguista.) Pero la rabia aquella duró poco. Fueron tres meses de ataques continuados y sin embargo la tormenta pasó y nuevamente, poco a poco, nos olvidamos de los radicalismos y volvimos a los supermercados y a la cesta básica. Cesta por cierto, amasada y modelada por la empresa del oso, y repetida por nosotros ya naturalizada y como formando parte de nuestra idiosincrasia. 

El punto es que, con el barril a 100 el socialismo podía esperar… un poco más. 

Ahora, doce años después, el sabotaje es mayor y copa todos los niveles, no sólo en PDVSA donde roban cables y torpedean el trabajo en los taladros hasta paralizarlos por semanas. Las hidrológicas y Corpoelec hacen fiesta con cortes indiscriminados que todos asocian al calentamiento electoral. De las instalaciones de CANTV se sustraen cantidades inenarrables de cable telefónico y ¡nadie dice nada! Por cierto, yo mismo voy para dos meses sin teléfono y ni para qué reportar. Las empresas socialistas sin duda producen sí, pero buena parte de la producción no aparece o va directa al mercado negro. Etc., un largo etcétera, sin contar la pesadilla de los precios.

El punto es que la escuela de tres meses y un poco más de aquel sabotaje devino hoy con la Guerra Económica universidad de la resistencia. Y ahora con el petróleo a 40 y con tendencia a la baja como que vuelve a ser posible hablar de socialismo. 

Porque sólo hoy, de manera extensa y cada vez más contundente, estamos comenzando a balbucear el discurso y la práctica de la Venezuela Productiva, no dependiente de la renta petrolera. Es esta sin duda, para quien la quiera ver, la respuesta chavista a la crisis provocada por el Imperio al afectar los precios del crudo y al alimentar la especulación con el “dólar paralelo”. 

Al sabotaje, a la guerra económica, a la especulación demencial, el pueblo chavista responde con el sueño y señales evidentes de una Venezuela emergente que produce. Responde, como dijo el presidente Maduro, con lo nuevo. Y lo nuevo es, ciertamente, el gen de la productividad, dormido por largos años de monoproducción, de inercia, de dejar hacer y dejar pasar. 

En la Universidad en la que trabajo, por ejemplo, sólo ahora estamos comenzando a hablar de productividad, no es tarde (hablando con entusiasmo) pero tampoco es que estemos como para darnos el lujo de seguir esperando. Lo interesante, sin embargo, es que lo urgente es producir, y ojalá el germen siga creciendo y multiplicándose no vaya a ser que el petróleo repunte y una nueva lluvia de dólares nos vuelva a cubrir con su sopor. 

Interesante también es esta suerte de carrera contrarreloj que vive el mundo y nosotros en el mundo. La caída de los precios del crudo buscó afectar a Rusia y a Venezuela, pero Rusia devuelve el golpe con un liderazgo que se salió del molde y hoy la Otan trastabilla y recula en Siria. O se quita la careta y tilda de “moderados” a los terroristas que financia, arma y entrena.

En Venezuela, buscaron afectar la importación, acompañada de una sangría de productos a través de la frontera con Colombia, de tal modo que la profecía autocumplida de la escasez y la hambruna se toparan justo en un año electoral decisivo. La respuesta del pueblo fue salir masivamente a votar en las primarias y alentar el entusiasmo pre-electoral rumbo a las parlamentarias del 6D lo cual tiene a la MUD desbocada, diciendo sandeces, cantando fraude con sus propias encuestas y preparándose desde ya para la violencia. Arreciaron por cierto el sabotaje eléctrico y están tratando que los productos en los puertos no lleguen al pueblo y le brinden el fresquito de la abundancia decembrina, lo cual contribuiría al desvanecimiento del fantasma de la escasez que tanto desea la oposición nos aterrorice a la hora de votar. 

No obstante, el tiempo electoral se consume. El PSUV y el GPP están aceitando desde el año pasado la maquinaria electoral (el rotundo éxito de las primarias es un indicativo de ello), y otra vez es el chavismo contra los medios quienes se verán las caras, toda vez que la oposición está completamente desdibujada y sólo apuesta a que el odio y el malestar haga el trabajo que no puede hacer la maquinaria de maltrechos y despedazados partidos.

EEUU acaso hubiera querido tener representantes mejor presentados, pero en su carrera contrarreloj construyendo el caos global, necesita tener monigotes sin coordinación ni tino que hagan el papel de perros rabiosos capaces de cualquier cosa: por ejemplo, matar. Eso lo cumplen pero el Estado –que no es mocho- viene desplegando planes de seguridad e inteligencia desde el 2014 –en buena parte interrumpidos por las guarimbas- que hoy se expresan en las OLP, granjeándose el respaldo mayoritario de la población. 

A ello se suma el cierre de la frontera, que descolocó a la oligarquía bogotana archienemiga enconada del proceso venezolano como quedó manifiesto con claridad meridiana en declaraciones que pasarán a la historia por su torpeza, amén de que le mostró al mundo la realidad social y económica de Colombia, un “milagro económico” que vive con el oxígeno del contrabando, y que depende enfermizamente de su hermana Venezuela.

Y en cuanto a la Operación Tenaza, la firme posición de Venezuela y el fino ajedrez diplomático ha hecho que el peón de la Exxon haga y quede en ridículo, fabricando torpes supuestos.

Total. La carrera es un tanto vertiginosa y faltan pocos días para las elecciones. El tiempo, como digo, se agota. No obstante, ojalá el triunfo electoral nos permita seguir hablando y profundizando la praxis de la productividad. El camino escogido por Chávez fue el electoral, y como debemos saber, es este un camino controlado en buena medida por golpes mediáticos… De eso sabe la oposición que depende estructuralmente de los medios… aunque nosotros también algo hemos aprendido pese a que nos subestimen. 

Nuestra ventaja es que los medios –no obstante el chavismo emplee los que tiene como mejor puede- no deben jamás suplantar la realidad ni imponerla acomodada a los intereses que sea. La cultura de la productividad y el hondo anti-rentismo petrolero que hoy gracias a las dificultades nace, ese espíritu sin duda chavista que florece cada vez que nos dan con todo, es la simiente de la verdadera transformación.

En el 6D muchos elementos convergerán. Pero por sobre todas las cosas no ganará el caos, antes bien vencerá la vida hecha futuro.

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