Durante el Sabotaje Petrolero aprendimos mucho de resistencia y
soñamos romper definitivamente con la dependencia capitalista, hablamos
harto de boicot a La Polar y nos arrechamos con la clase comerciante
usurera, acaparadora y descaradamente golpista.
(El reciente audio donde Lorenzo y Hausmann hablan sobre la venta del
país al FMI es un nuevo episodio de la misma tragicomedia de la derecha
entreguista.) Pero la rabia aquella duró poco. Fueron tres meses de
ataques continuados y sin embargo la tormenta pasó y nuevamente, poco a
poco, nos olvidamos de los radicalismos y volvimos a los supermercados y
a la cesta básica. Cesta por cierto, amasada y modelada por la empresa
del oso, y repetida por nosotros ya naturalizada y como formando parte
de nuestra idiosincrasia.
El punto es que, con el barril a 100 el socialismo podía esperar… un poco más.
Ahora, doce años después, el sabotaje es mayor y copa todos los
niveles, no sólo en PDVSA donde roban cables y torpedean el trabajo en
los taladros hasta paralizarlos por semanas. Las hidrológicas y
Corpoelec hacen fiesta con cortes indiscriminados que todos asocian al
calentamiento electoral. De las instalaciones de CANTV se sustraen
cantidades inenarrables de cable telefónico y ¡nadie dice nada! Por
cierto, yo mismo voy para dos meses sin teléfono y ni para qué reportar.
Las empresas socialistas sin duda producen sí, pero buena parte de la
producción no aparece o va directa al mercado negro. Etc., un largo
etcétera, sin contar la pesadilla de los precios.
El punto es que la escuela de tres meses y un poco más de aquel
sabotaje devino hoy con la Guerra Económica universidad de la
resistencia. Y ahora con el petróleo a 40 y con tendencia a la baja como
que vuelve a ser posible hablar de socialismo.
Porque sólo hoy, de manera extensa y cada vez más contundente,
estamos comenzando a balbucear el discurso y la práctica de la Venezuela
Productiva, no dependiente de la renta petrolera. Es esta sin duda,
para quien la quiera ver, la respuesta chavista a la crisis provocada
por el Imperio al afectar los precios del crudo y al alimentar la
especulación con el “dólar paralelo”.
Al sabotaje, a la guerra económica, a la especulación demencial, el
pueblo chavista responde con el sueño y señales evidentes de una
Venezuela emergente que produce. Responde, como dijo el presidente
Maduro, con lo nuevo. Y lo nuevo es, ciertamente, el gen de la
productividad, dormido por largos años de monoproducción, de inercia, de
dejar hacer y dejar pasar.
En la Universidad en la que trabajo, por ejemplo, sólo ahora estamos
comenzando a hablar de productividad, no es tarde (hablando con
entusiasmo) pero tampoco es que estemos como para darnos el lujo de
seguir esperando. Lo interesante, sin embargo, es que lo urgente es
producir, y ojalá el germen siga creciendo y multiplicándose no vaya a
ser que el petróleo repunte y una nueva lluvia de dólares nos vuelva a
cubrir con su sopor.
Interesante también es esta suerte de carrera contrarreloj que vive
el mundo y nosotros en el mundo. La caída de los precios del crudo buscó
afectar a Rusia y a Venezuela, pero Rusia devuelve el golpe con un
liderazgo que se salió del molde y hoy la Otan trastabilla y recula en
Siria. O se quita la careta y tilda de “moderados” a los terroristas que
financia, arma y entrena.
En Venezuela, buscaron afectar la importación, acompañada de una
sangría de productos a través de la frontera con Colombia, de tal modo
que la profecía autocumplida de la escasez y la hambruna se toparan
justo en un año electoral decisivo. La respuesta del pueblo fue salir
masivamente a votar en las primarias y alentar el entusiasmo
pre-electoral rumbo a las parlamentarias del 6D lo cual tiene a la MUD
desbocada, diciendo sandeces, cantando fraude con sus propias encuestas y
preparándose desde ya para la violencia. Arreciaron por cierto el
sabotaje eléctrico y están tratando que los productos en los puertos no
lleguen al pueblo y le brinden el fresquito de la abundancia decembrina,
lo cual contribuiría al desvanecimiento del fantasma de la escasez que
tanto desea la oposición nos aterrorice a la hora de votar.
No obstante, el tiempo electoral se consume. El PSUV y el GPP están
aceitando desde el año pasado la maquinaria electoral (el rotundo éxito
de las primarias es un indicativo de ello), y otra vez es el chavismo
contra los medios quienes se verán las caras, toda vez que la oposición
está completamente desdibujada y sólo apuesta a que el odio y el
malestar haga el trabajo que no puede hacer la maquinaria de maltrechos y
despedazados partidos.
EEUU acaso hubiera querido tener representantes mejor presentados,
pero en su carrera contrarreloj construyendo el caos global, necesita
tener monigotes sin coordinación ni tino que hagan el papel de perros
rabiosos capaces de cualquier cosa: por ejemplo, matar. Eso lo cumplen
pero el Estado –que no es mocho- viene desplegando planes de seguridad e
inteligencia desde el 2014 –en buena parte interrumpidos por las
guarimbas- que hoy se expresan en las OLP, granjeándose el respaldo
mayoritario de la población.
A ello se suma el cierre de la frontera, que descolocó a la
oligarquía bogotana archienemiga enconada del proceso venezolano como
quedó manifiesto con claridad meridiana en declaraciones que pasarán a
la historia por su torpeza, amén de que le mostró al mundo la realidad
social y económica de Colombia, un “milagro económico” que vive con el
oxígeno del contrabando, y que depende enfermizamente de su hermana
Venezuela.
Y en cuanto a la Operación Tenaza, la firme posición de Venezuela y
el fino ajedrez diplomático ha hecho que el peón de la Exxon haga y
quede en ridículo, fabricando torpes supuestos.
Total. La carrera es un tanto vertiginosa y faltan pocos días para
las elecciones. El tiempo, como digo, se agota. No obstante, ojalá el
triunfo electoral nos permita seguir hablando y profundizando la praxis
de la productividad. El camino escogido por Chávez fue el electoral, y
como debemos saber, es este un camino controlado en buena medida por
golpes mediáticos… De eso sabe la oposición que depende estructuralmente
de los medios… aunque nosotros también algo hemos aprendido pese a que
nos subestimen.
Nuestra ventaja es que los medios –no obstante el chavismo emplee los
que tiene como mejor puede- no deben jamás suplantar la realidad ni
imponerla acomodada a los intereses que sea. La cultura de la
productividad y el hondo anti-rentismo petrolero que hoy gracias a las
dificultades nace, ese espíritu sin duda chavista que florece cada vez
que nos dan con todo, es la simiente de la verdadera transformación.
En el 6D muchos elementos convergerán. Pero por sobre todas las cosas
no ganará el caos, antes bien vencerá la vida hecha futuro.
Salvo algunas pocas cosas que destacar y algunas pocas cuentas que promueven el pensar (muchas menos las que promueven el actuar...) Tuiter y las redes son la trampa de los últimos años. Ay..! de quien crea que en estas virtualidades banales está la vida
La brecha entre los que tienen para comer y los que no, entre los que leen libros y los que no, entre los que acceden a la tecnología y los que no, entre los que usan la tecnología para avanzar o se los come la tecnología.
Las redes sociales no sirven para empoderar a nadie, sirven para convertirse en tema del día o de la semana en la mente morbosa de millones de personas sin vida que viven de consumir vidas ajenas. Twitter es la nueva telenovela con gente real ávida de fama al costo que sea.
Twitter crea la ilusión de que discutes "con todo el mundo" cuando la verdad es que apenas a un reducido grupo de amigos, enemigos, nulidades y fantasmales anonimatos se interesan por lo que dices (o fingen hacerlo)
Los adultos que exhiben a sus hijos o sobrinos en las redes sociales no tienen perdón de Dios y mucho menos si son niñas hermosas menores de edad que no pidieron ser expuestas aquí para que los pajuelos gocen con ellas y con sus caras de muñeca.
Es más irresponsable el adulto con hijos pequeños cuando:
1. Los exhibe como trofeo en redes sociales 2. Mira el teléfono todo el día 3. Le da teléfono con datos y no le dice cómo usarlo 4. Lo anima a ser youtuber
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