La propuesta de Paz Política de Gustavo Petro para Venezuela

 


En palabras del presidente colombiano, "la paz política en Venezuela puede ser equiparable a la paz armada en Colombia, aquella que surge del desarme"

https://www.eluniversal.com/politica/179952/la-propuesta-de-paz-politica-de-gustavo-petro

 

El artículo de opinión de Leopoldo Puchi analiza la situación venezolana desde un falso presupuesto. Habla de una crisis política que no existe, pero que en cambio resulta ostensible en las llamadas filas de la oposición. En la oposición se han abierto dos flancos, uno entregado de manera directa y descarada a los intereses norteamericanos y otro, que ha buscado mecanismos para reconocer al Estado.

Mientras esa división en la oposición transcurre, el gobierno por su parte, avanza en la reinstitucionalización del país, sometido como estuvo desde el 2015 a una Asamblea Nacional golpista, que nos condujo a la violencia de 2017, a «La Salida» y al gobierno interino impuesto por los EEUU como mampara para el latrocinio de nuestros recursos, sin olvidar el Decreto de Obama, los lesivos ataques a la infraestructura eléctrica y las medidas coercitivas unilaterales que por más de 900 han impactado crudamente la economía venezolana.

La crisis no es exactamente política, entonces, sino la derivada de la confrontación directa contra EEUU, precisamente a la que hace mención Puchi cuando dice «que implica que un Estado, el estadounidense, busca imponer de manera forzada un alineamiento político, militar y económico al Estado venezolano en contra de su voluntad y sus intereses».

¿Que tenemos problemas que podemos llamar políticos, por ejemplo, la distancia entre el decir y el hacer, o a nivel de conciencia, movilización y organización? Claro está, pero no menos ni más problemas que los de cualquier país del mundo, máxime si se ha planteado el reto histórico de hacer frente al imperialismo y su modelo demoledor.

Ahora bien, la confrontación con los EEUU pudiera calificarse de política si hubiera canales de diálogo, acuerdos y consensos. Y si bien se ha visto que el presidente Maduro ha llevado a mesas de negociación a los payasos y a los dueños del circo, ha ocurrido porque el pueblo de Venezuela bajo su liderazgo resistió y se reimpulsó, obligándolos de alguna manera a firmar acuerdos –tragando arena, supongo- que, luego, por supuesto, no han cumplido.

No obstante, es tanto lo que se ha hecho en la búsqueda de una luchada estabilidad que hoy podemos exhibir como un triunfo, imágenes de agentes norteamericanos firmando acuerdos que no cumplen y sin poder desmentir ese señalamiento.

De modo que, referir la relación con EEUU como un problema meramente político, peca de ingenuidad. Con la potencia del Norte estamos en guerra híbrida y la guerra es guerra. La política en cambio, es otra cosa. En política las armas son las palabras, las ideas, los argumentos, en la guerra son otras y Venezuela las ha padecido en buena medida con diversos grados de intensidad. Los números hablan de miles y miles de víctimas de una guerra sorda y sin cuartel.

Entonces, salvo esa parte del artículo de Puchi en la que apenas roza el problema con los EEUU, el resto hace aguas.

Decir por ejemplo, que EEUU no tiene una confrontación con Colombia raya en lo insólito. El Plan Colombia, el narcotráfico, las bases militares, las AUC y todo lo que sabemos de la violencia en Colombia es un enfrentamiento directo contra Colombia y sus instituciones. De modo que hacer un paralelismo con la situación venezolana diciendo que EEUU no se enfrenta a Colombia como sí lo hace contra Venezuela es un error de fondo mayúsculo.

En ese sentido, pretender que pueda haber un acuerdo de coexistencia con EEUU es impensable, porque eso supondría que este reconoce al Estado venezolano y el punto focal es que, EEUU nos considera un estado fallido, condición de base para todas sus operaciones de desestabilización. El objetivo es el golpe de Estado y para eso necesita avanzar sobre el desconocimiento de nuestras instituciones.

Si en algún momento se han sentado a negociar, ha sido forzados por la geopolítica petrolera, pero no irán más allá de eso. Y el reposicionamiento agresivo en el Sur pasa por la inminente derrota en Ucrania, la fuerza creciente de Irán, China y Rusia, y los BRICS, la salida intempestiva de algunas bases militares en África… en fin, porque necesitan a toda costa los recursos de lo que sin embozo han vuelto a llamar su patio trasero.

Si se llegan a conocer los términos de esa «Propuesta de Paz Política» de Petro y resultan que van por el caminito delineado por Puchi, estaremos ante un documento sonso, tibio y desenfocado.

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