El mejor escenario para los EEUU es crear estados fallidos. Estos tienen varias características que a ellos les convienen. Los controla la violencia y les facilita el acceso a los grandes negocios: la droga, la prostitución, la trata de personas, y el mejor de todos, la venta de armas. En especial este último, para que tenga sentido, se necesita un conflicto y nada mejor que una guerra civil. De modo que lo que está pasando en Afganistán es un triunfo -dentro de esta visión geopolítica retorcida- de los EEUU. Allí estuvieron 20 años alimentando la máquina belicista del Pentágono que, como lo explica Juan Bosh en su libro El Pentagonismo, mueve la economía del Imperio. Las bases militares esparcidas por el mundo mantienen una economía de guerra consistente en mantener a cientos de miles de soldados en conflicto, vestidos, armados y violando impunemente a jovencitas locales, comiendo hamburguesas. En esos veinte años los gringos aseguraron la ruta del opio que alimenta el vasto mercado estadounidense. Los talibanes son creación suya e israelí, lo más horrible que se les ocurra, lo aprendieron de esos maestros. Lo que hacen en Colombia es un ejemplo doméstico de sus prácticas entre las que se cuenta desaparecer personas en ácido. Colombia es también un buen ejemplo de estado fallido, tiene su guerra civil, su negocio de armas, sus bases militares, su droga y trata de personas, etc. Es decir, lo tiene todo. Por otro lado, Afganistán tiene el papel, como lo tiene Colombia e Israel, de volver estiércol las relaciones con los estados vecinos y llevar su pútrida condición a esos territorios. Finalmente, EEUU "huyó" de Afganistán fabricando en vivo un remake de escenas de película que a su vez recuerdan la escena de su salida -con helicópteros desde los techos de la embajada- de Vietnam.
O sea, prepararon una huida de película que facilitara la puesta en escena del caos, un caos real y mortífero, pero funcional a sus intereses, como son funcionales los muertos y desaparecidos en Colombia, los bombardeos en Gaza, los atentados en Pakistán, etc. Por cierto, la punta de uno de los aviones que prácticamente atropellaba a la gente en la pista tenía en sus siglas ¡qué casualidad! el 1109 tan fatídico. La idea es crear un mundo dominado por la violencia -en el sur-, mientras en el norte los ricos viven su civilización con resorts al espacio. De más está decir que ese escenario de estado fallido lo han querido para nosotros, han alimentado Bacrim, alentado células terroristas "dormidas" y despiertas, invasiones, magnicidios, atentados de todo tipo, guerra civil, sólo que gracias a Dios y a nuestra inteligencia, a la unidad del gobierno y sobre todo de las Fuerzas Armadas, no han logrado socavar la paz. Que hoy los líderes negativos estén sentados en plan de diálogo es un triunfo, así traguemos arena porque un culicagao arrítmico como Guevara esté libre y sea invitado a esa mesa. Para la guerra nada, venceremos!
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